Lara Ferreiro nos da las claves de los desafíos a los que puede enfrentarse a sus 19 años en un mes tan exigente desde el punto de vista institucional
La Princesa Leonor durante un instante de su reciente visita a Navarra.
El mes de octubre es sin duda el más importante del año para la Princesa Leonor. En este mes se concentran para ella algunos de los eventos más cargados de simbolismo y trascendencia para la propia Leonor y para la figura que encarna dentro de la institución monárquica: la Princesa de Asturias.
La primera cita importante en el calendario llega el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional en el que, como es lógico, la Princesa ocupará un lugar destacado en el palco de autoridades donde la podremos ver acompañada de sus padres, los Reyes, y su hermana, la Infanta.
La siguiente cita destacada llegará la semana del 24 de octubre en la cual se llevará a cabo la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.
Como cada año se citarán en Oviedo todos los galardonados, así como una amplia representación de la sociedad civil junto a la familia real para celebrar esta ocasión.
Este año de nuevo Leonor compartirá el protagonismo con su padre, Felipe VI.
Ambos pronunciarán discursos durante la ceremonia de entrega y un año más la Princesa de Asturias acaparará las miradas de toda la prensa allí apostada.
La última fecha especial que octubre reserva para la Princesa llegará el 31 de octubre, día en el cual Leonor de Borbón, la mujer tras el título, cumplirá 20 años.
Todas estas fechas convivirán con su formación en la Academia General del Aire y el Espacio en San Javier, Murcia.
Para desgranar los desafíos a nivel emocional que puede suponer enfrentar un mes tan intenso para una joven de 19 años charlamos con la psicóloga Lara Ferreiro.
La Princesa Leonor sonríe relajada junto a su madre, la Reina Letizia.
De la crisis de identidad al escrutinio público
“Es el mes de Leonor”, es lo primero que la autora de ‘Ni un capullo más…’ (Grijalbo, 2025) nos señala.
“La presión del desfile del 12 de octubre es palpable y lógica porque es el momento de más visibilidad institucional”, asegura Ferreiro.
Según Lara, “para Leonor desfilar ante millones de españoles puede generar orgullo, pero también una ansiedad muy alta, porque la realidad es que cada gesto suyo será analizado”.
Y es que, “desfilar con el uniforme del Ejército del Aire, refuerza su rol de futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas y a nivel emocional puede sentir la carga simbólica de estar encarnando un deber que la sobrepasa para su edad”.
Este mismo mes de octubre Leonor cumplirá 20 años y sobre este momento la psicóloga Lara Ferreiro nos cuenta que “el cerebro y la personalidad se forman desde los 0 hasta los 25 años. Los 20 años son en cierto modo el paso a la adultez.
Es el arranque de una nueva década que marca el final de la adolescencia y da comienzo a la adultez temprana”.
Para cualquier persona este momento es un choque entre su vida privada y la percepción pública de que ya es adulta.
“Mucha gente sufre a los 20 una crisis de identidad que viene motivada por una exploración personal por un continuo cuestionarse “¿quién soy?””.
Según nuestra experta, “Leonor no puede vivir esta etapa con la misma libertad que sus coetáneos, lo que puede generar muchísima frustración”.
Y es que, “cualquier joven de su edad puede tener una pareja, algo que en su caso se complica el doble porque supondría exponer a su pareja a un escrutinio público exhaustivo”.
Por todo ello, “este mes su dicotomía entre la Leonor privada y la Princesa de Asturias se va a acentuar, cumpleaños, actos oficiales, desfiles, premios… Todo esto puede producir una disonancia emocional que la lleve a preguntarse “¿quién soy? ¿la Leonor privada o la Princesa de Asturias?””.
La Princesa de Asturias a bordo de uno de uno de los simuladores de vuelo donde tantas horas pasará los próximos meses en la Academia General del Aire y el Espacio en San Javier.
“Los 20 posiblemente sean la década más importante de su vida”
Otro momento clave de este mes de octubre serán los Premios Princesa de Asturias.
“El rol de la Princesa Leonor en este acto es primordial, hablar en público frente a personalidades mundiales puede ser motivo de orgullo, pero también de nerviosismo extremo”.
Además, “en ocasiones como esta cualquier gesto se analiza con lupa: los looks, los gestos, las palabras y, además, también se tiende a comparar”.
También otro punto a tener en cuenta es que “se compara a Leonor con su padre a su edad, se compara a Leonor con la oratoria de su madre y todo esto puede ser demasiado para una joven de 19 años”.
En opinión de Lara Ferreiro, “creo que está en una época muy buena.
Creo que la experiencia a bordo del Juan Sebastián Elcano le ha venido bien, con sus momentos oficiales y también con los pequeños destellos de su vida privada con sus compañeros que hemos conocido”.
Ya que, “esta etapa seguramente le haya ayudado a equilibrar la sensación de cumplir con su deber y vivir a la vez experiencias más acordes a su edad alejada de la presión que puede sentir en España”.
Posiblemente “la Princesa tenga una autoestima muy fuerte que lucha con un fuerte miedo al error, fruto de su posición”.
“Para mí”, afirma Ferreiro, “ella es símbolo de madurez, creo que tiene un grandísimo entrenamiento y muy buena tolerancia a la frustración.
Este mes marcará un antes y un después y los 20 años probablemente sean la década más importante de su vida, donde va a definir quién será la Leonor del futuro”.