La significativa omisión en la que incurre el rey Juan Carlos I en la dedicatoria de sus memorias que pone a la Reina Letizia y su “desacuerdo personal” en el foco.
Se ha publicado en Francia ‘Reconciliación’, las memorias del emérito en las que aborda el origen de su desacuerdo con su nuera, la Reina Letizia

El rey Juan Carlos I, con gesto serio, mira al infinito durante uno de los últimos eventos que presidió en España como representante de la corona
Gtres
Sabe, sabía, que sus memorias, bajo el título de ‘Reconciliación’, iban a traer cola y así se lo confirmó a Le Figaro hace una semana, antes de su publicación, en medio de la promoción del libro.
La biografía de Juan Carlos I ha visto la luz en Francia este 5 de noviembre y, como era de esperar, el revuelo es máximo, a la espera de las repercusiones que pueda provocar el documento y lo que ahí desvela en su relación con la Casa que preside su hijo.
El padre de Felipe VI reconoce que existen “desacuerdos personales” con su nuera, la Reina Letizia.
Pero más allá de lo que dice de ella y de su vínculo, ha llamado poderosamente la atención la omisión en la que ha incurrido Juan Carlos I en la dedicatoria de sus memorias en las que, directamente, ni la nombra.

Las palabras que Juan Carlos le dedica a la Reina Letizia en sus memorias, ‘Reconciliación’
Casi 500 páginas en las que Juan Carlos I recuerda y repasa desde su nacimiento en el exilio, hasta los momentos clave de su reinado, la transición, su abdicación y su retiro a Abu Dabi hace cinco años, en 2020, tras su polémico viaje a África.
El emérito expresa su confianza en su hijo, el Rey Felipe, y su nieta, la Princesa Leonor, parea continuar con la institución, con la monarquía institucional, que, como él mismo expresa, tanto le debe.
En ‘Reconciliación’, el también padre de las Infantas Cristina y Elena también reconoce errores, como haberse rodeado de hombres de negocios sin escrúpulos durante buena parte de su tiempo al frente de la corona, que asumió con 37 años.
Y señala que el golpe de Estado del 23 F fue un auténtico aprendizaje para su hijo, que estuvo todo el tiempo con él en su despacho.
Fue una enseñanza para el joven príncipe de Asturias, hoy rey y padre de la heredera al trono español, de que la monarquía institucional se debía seguir defendiendo, costara lo que costara.
A la Reina Letizia, Juan Carlos I también le dedica unas palabras. Pocas en relación con todo lo demás o con el espacio que le dedica a otros miembros de su familia y otros pasajes de su vida.
Destaca que siempre intentó que su desacuerdo con la Reina Letizia no se reflejara en la institución.
Sobre ella dice que no ayudó a la cohesión de las relaciones familiares y que aunque le abrió siempre la puerta de su despacho, ella nunca fue.
Es la primera vez que el emérito reconoce sus “desacuerdos personales” con su nuera.

La Reina Letizia durante la cena de gala en honor al Sultán de Omar con la Tiara Rusa, realizada en platino y diamantes y una de las favoritas de doña Sofía.
Robert Smith
El rey Juan Carlos I le dedica sus memorias a toda su familia menos a la Reina Letizia, con quien reconoce desavenencias
Junto con las breves palabras que le dedica a la Reina Letizia, ha habido otro movimiento decisivo de Juan Carlos I en relación con sus memorias, ‘Reconciliación’, de alcance considerable.
Una omisión que habla de ese profundo desacuerdo entre ambos, que el emérito reconoce por primera vez públicamente, y que vuelve a ahondar en esas profundas desavenencias entre él y su nuera.
El padre de Felipe VI le dedica su libro a toda su familia, sin olvidarse a nadie, a excepción de la mujer de su hijo, a quien omite y no referencia.

Resulta cuanto menos llamativa esta sustancial falta de mención, totalmente calibrada, en un momento en el que la exposición de doña Letizia ha alcanzado su máxima cuota como representante de la corona que asume en su papel de consorte y madre de la heredera a la corona del reino.
La Reina, antes Letizia Ortiz Rocasolano, entró a formar parte de la familia real en 2003, cuando la institución anunció su compromiso con el, por aquel entonces, príncipe de Asturias, quien estaba llamado a ocupar el cargo de su padre en un futuro no lejano.
Pero todo se precipitó antes de tiempo.

En la imagen, una de las pocas imágenes que se tienen ‘recientes’ del rey Juan Carlos I con su hijo, el actual rey Felipe VI. Esta se remonta a hace una década.
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Reconocimiento explícito a las tensiones en el seno de la corona que se intuían desde hace años
La confesión inédita de Juan Carlos I en sus memorias, aunque muy escueta, da cuenta de su falta de sintonía con su nuera.
Un “desacuerdo personal”, como lo define, que se recrudeció con creces en 2014, a propósito de su abrupta abdicación, y se hizo especialmente evidente, aunque solo se podía instruir, en 2020 tras su marcha a Abu Dabi.

Este reconocimiento explícito de las tensiones internas en el seno de la corona confirma lo que era un secreto a voces.
El libro del emérito llega en diciembre a España en medio de una expectación máxima y a la espera de las consecuencias que sus revelaciones puedan provocar en la institución que ahora representa su hijo y doña Letizia.
Como mínimo, en las relaciones que mantienen las partes, con un Juan Carlos I determinado en volver a España para vivir sus últimos años, como reconoce en Reconiliación.