El cantante, Manu Tenorio, se ha derrumbado en el ensayo general de la su segunda semana en ‘Bailando con las estrellas’.

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Manu Tenorio ha vivido una semana muy complicada en ‘Bailando con las estrellas’.

En la primera gala, el cantante fue uno de los más criticados, cayendo entre los menos valorados por el jurado con un uno incluso entre las votaciones, aunque el público le salvó de caer nominado, algo que emocionó a Tenorio.

“Que el público te quiera no se puede comprar y es muy grande”, confesaba.

No parar de cantar durante el baile, ir a destiempo o no colocarse en una buena postura fueron algunos de los puntos criticados el jurado.

Con todo esto a trabajar, el de OT1 ha enfrentado uno de los reto más complicados: el quickstep (paso rápido) al ritmo de Grease, lo que ha hecho que se venga abajo.

Tras cuatro días de duro trabajo, la pareja llegaba el ensayo general en el que Manu cometía muchísimos fallos y se derrumbaba.

“Es frustrante con uno mismo… Hago todo lo que puedo. No puedo hacer más.

Incluso estoy quitando tiempo a mi familia porque cuando estoy en casa estoy viendo los vídeos”, se lamentaba con María, su maestra, tras el ensayo.

Tal ha sido la frustración que no ha podido evitar romperse a llorar en uno de los pasillos.

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“No me mola nada que me salga tan mal”, sentenciaba.

Consolado por su maestra, Manu ha lamentado que tras horas de ensayo siga sin salirle: “estoy cansado de hacerme el fuerte”.

Pero de las cenizas surgió el Ave Fénix.

Y tras haberse derrumbado, el cantante salía al escenario en la gala en directo -con su mujer, Silvia, entre el público- para darlo todo, y mostrar el trabajo que tanto habían ensayado.

“He visto otro Manu, después de romperte, salir adelante”, le aplaudía Jesús Vázquez.

“Te lo has creído mucho más, te has metido en el papel”, señalaba Pelayo.

Gorka incluso le aconsejaba volver a ver el vídeo del programa en casa porque “vas a estar orgulloso de lo que has hecho esta noche” y que consiguió sacar “momentos muy buenos”.

Unas valoraciones que Manu agradecía “de corazón” después de todo el sufrimiento que había atravesado.