Javier Ruiz no duda en señalar a Ana Rosa o Ferreras en su lucha por las audiencias.

 

 

 

 

 

Javier Ruiz valora su actual etapa al frente de ‘Mañaneros 360’ y menciona a Ana Rosa Quintana y Antonio García Ferreras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Javier Ruiz ha querido hablar sin rodeos sobre el momento que atraviesa en TVE y sobre las sombras que acompañan al éxito de ‘Mañaneros 360’.

 

 

 

El programa se ha convertido en líder indiscutible de su franja, dejando atrás a formatos consolidados como ‘El programa de Ana Rosa’, ‘Espejo Público’ o ‘Al rojo vivo’. Sin embargo, en una entrevista, Javier Ruiz también ha denunciado los “desprecios” que asegura haber recibido de parte de algunos competidores.

 

 

 

“Como si a alguno les correspondiera por título divino el liderazgo. A mí jamás me habrás oído hablar mal de Ana Rosa o de Ferreras.

 

 

Tengo enormes discrepancias con ambos, pero no se me ocurre insultarles, despreciarles o decir que están subvencionados, con el dinero público que ingresan.

 

 

Me sorprende que lo hagan de mí y creo que es por la audiencia. Me sorprende que rivales como Ana Rosa o Ferreras me desprecien”, lamentó Javier Ruiz en una entrevista a El País.

 

 

 

Además, expuso cómo percibe las presiones en la profesión. “En el periodismo en general”, explicó, son las empresas las que marcan el paso.

 

 

“Nunca han tenido tanto poder porque la publicidad hoy marca la diferencia entre estar en números rojos o negros“.

 

 

En el caso de los medios públicos, añadió, el papel de presión lo ejercen “los partidos”.

 

 

 

 

 

 

Aunque se encuentra en uno de sus mejores momentos laborales, Javier Ruiz se mostró prudente.

 

 

Aseguró ser “consciente de que esto tarde o temprano se torcerá” porque, según dice, “no soy cómodo para mis jefes”.

 

 

Sobre su futuro fue muy claro: “Sé que me iré a la calle el día en el que la visión corporativa y mi visión personal no encajen, por salvar mis principios.

 

 

No estoy dispuesto a sacrificar mi honestidad por hacer favores corporativos y eso pasa factura“.

 

 

Preguntado por esos principios, Javier Ruiz contestó sin titubeos: “El respeto a la verdad.

 

 

Me puedo equivocar, incluso errar en el punto de vista y entiendo la discrepancia, pero no tolero la mentira.

 

 

Esa es mi máxima: creo que el periodismo es el Tribunal Supremo de la verdad”.

 

El presentador aprovechó la ocasión para defender a Sarah Santaolalla, su compañera en ‘Mañaneros 360’, pero también de vida, que ha sufrido una oleada de ataques del PP.

 

 

“Esto va contra una profesional a la que le sacude un machismo repugnante, independientemente de que tenga pareja o la deje de tener“, sentenció.

 

 

 

“La gente que dice que la he enchufado miente. Ella era colaboradora de ‘Mañaneros’ un año antes de que llegara yo.

 

 

Y mi poder en Telecinco vamos a dejarlo en que es relativo”, remató.

 

 

El futuro de Javier Ruiz en TVE es incierto, pero su compromiso con la verdad y la honestidad sigue intacto.

 

 

El presentador ha dejado claro que no está dispuesto a sacrificar sus principios por intereses corporativos, y que su permanencia en el programa dependerá de la capacidad de la cadena para respetar su independencia y su visión del periodismo.

 

 

Mientras tanto, ‘Mañaneros 360’ continúa liderando las mañanas y consolidando su posición como uno de los programas más influyentes de la televisión pública.

 

 

La defensa de Sarah Santaolalla por parte de Javier Ruiz ha sido otro ejemplo de su coherencia y su compromiso con la igualdad y el respeto profesional.

 

 

Los ataques machistas y las acusaciones infundadas han sido rechazados de plano por el presentador, que ha recordado que el mérito y la trayectoria profesional deben estar por encima de cualquier consideración personal o política.

 

 

 

En definitiva, Javier Ruiz se ha convertido en un símbolo de la lucha por la honestidad y la transparencia en la televisión española.

 

 

Su liderazgo en ‘Mañaneros 360’, su defensa de los principios periodísticos y su rechazo a las presiones empresariales y políticas lo sitúan como un referente en el sector.

 

 

 

La batalla por las audiencias sigue abierta, pero la apuesta por el rigor y la verdad parece haber encontrado el respaldo mayoritario de la audiencia, que premia la autenticidad y el compromiso con la información veraz.