Quien fuera pareja del conde de 1997 a 1999, cuando ‘Interviú’ sacó las fotos de él sin ropa en un barco, rompió su silencio tras las memorias de Mar Flores.

Las memorias de Mar Flores, Mar en calma, parecen haber dado un vuelco a los personajes de la actualidad de la prensa rosa.

Como si de un revival se tratase, se ha pasado de los Montoya, Hiba Abouk o Kiko Rivera a aquellos que copaban las portadas hace dos y tres décadas: la propia modelo de Usera, el conde Lequio, Sonia Moldes, Fernando Fernández-Tapias, Carlos Costanzia, Bertín Osborne…

Precisamente, y tras varios vetos sufridos en la cadena, como revelaban ayer en No somos nadie, finalmente anoche se sentaba en el plató de De Viernes la que fuera pareja de Alessandro Lequio de 1997 a 1999, la gallega Sonia Moldes.

La modelo empezó un romance con él siendo muy joven, con apenas 24 años, y tras haber pasado ya por un divorcio después de casarse a los 20 con el empresario Carlos Gil Staufer.

La suya fue una relación con muchos altibajos, con rumores de infidelidades tan por parte de ella como del italiano, con idas y venidas, y que, pese a algunos encuentros posteriores, terminó después de que se publicasen unas fotos de él desnudo en un barco en la revista Interviú, donde la modelo aparecía leyendo una publicación al revés, lo que daba a entender que era un robado pactado.

Un pago en diferido por parte de la revista, tal como deslizaba ayer la empresaria en la entrevista, tras las imágenes del conde italiano y la modelo Mar Flores con las que este presuntamente habría pretendido destruir la relación de ella con Fernando Fernández-Tapias y que acabaron también con el noviazgo que en ese momento ella tenía con el hijo pequeño de la duquesa de Alba, Cayetano Martínez de Irujo.

Raúl Terrel

Mal enemigo

Un reflejo de lo que desvelaba después: las supuestas malas prácticas del italiano con sus parejas y que ella descubrió por casualidad.

“Un día, cuando estábamos juntos, yo en el techo de su habitación veo una especie de rejilla negra extraña y le pregunto qué era eso, entonces él se sienta en la cama, se ríe y me dice: ‘Eres la primera persona que se ha dado cuenta de esto’”.

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De acuerdo con Moldes, el ex de Ana Obregón se dedicaba a grabar a sus parejas sin el consentimientos de estas: “Alessandro era muy irrespetuoso”, apuntó.

“Alessandro me contó su vida, sé las personas con la que ha estado, cómo, dónde y por qué.

Con ese material yo no sé qué quería hacer pero la respuesta es obvia, algo bueno con esas grabaciones no pensaba hacer.

¿Chantajear? Yo no lo sé”, añadía.