La confesión del rey Juan Carlos que corre como la pólvora por todo Nueva York
El rey Juan Carlos lidera el Mundial de Vela en Nueva York y sus palabras tras la regata generan una enorme repercusión
El rey Juan Carlos ha vuelto a convertirse en protagonista internacional al competir en el Mundial de Vela celebrado en aguas de Nueva York.
A bordo del Bribón, lidera con claridad una de las competiciones más exigentes y seguidas de la categoría 6 metros classic.
La regata se desarrolla en Oyster Bay, donde se dan cita algunos de los mejores equipos del mundo.
El objetivo del monarca es revalidar el título mundial conseguido en 2023 en la isla de Wight.
Una regata dominada por el Bribón
En la clasificación general, el Bribón acumula dos victorias decisivas que lo colocan como líder sólido frente a sus rivales directos.
Con cinco puntos en total, aventaja en seis al Jill de Alessandro María Rinaldi, que aún conserva opciones tras superar graves contratiempos.
La tripulación de Juan Carlos muestra consistencia y mantiene una superioridad técnica evidente.
El Jill, segundo en la tabla, estuvo a punto de perder el mástil durante la segunda manga y quedar fuera de la competición.
A pesar de la avería, logró mantenerse en los primeros puestos, demostrando resiliencia y espíritu competitivo.
El Flapper de Thomas Kuhmann completa el podio provisional a corta distancia.
Más atrás, el Titia de Mauricio Sánchez-Bella y el Sprig de Greg Stuart acumulan dieciséis puntos cada uno, reflejando la dureza de la regata.
Tras el desempate, el Titia ocupa la cuarta posición, mientras que el Sprig queda relegado al quinto lugar.
La lucha en la parte media de la tabla sigue abierta y con margen para sorpresas.
La confesión del rey Juan Carlos en Nueva York
La tercera jornada estuvo marcada por el dominio absoluto del Bribón, que se impuso en las dos regatas disputadas en Oyster Bay.
La embarcación española respondió con seguridad ante el desafío del Fun de Louis Heckly, que presentó batalla durante buena parte del recorrido.
Finalmente, el barco del rey cruzó la meta con una ventaja que confirmó su liderazgo.
Tras la prueba, don Juan Carlos quiso compartir unas palabras: “Fue una lucha dura, pero gracias a Dios ganamos.
Estamos muy contentos, pero aún nos queda mucho trabajo por hacer”, dijo con una sonrisa.
Aun así, el emérito quiso revelar también su tristeza por la retirada del equipo francés, con el que mantiene una estrecha relación.
“Me entristece mucho que el equipo francés, que es muy amigo mío, haya tenido que retirarse hoy”, confesó con emoción.
Ese gesto se convirtió en uno de los momentos más comentados por la prensa estadounidense, que resaltó la deportividad y la cercanía del rey emérito.
Un trofeo que lleva el nombre del rey
Más allá de su rendimiento deportivo, este mundial es especial para el monarca por otro motivo de gran relevancia.
Durante la ceremonia de apertura presentó un nuevo trofeo de plata que lleva su nombre, destinado a acompañar al histórico Trofeo Djinn.
El gesto fue recibido con entusiasmo por la comunidad náutica internacional.
El reconocimiento simboliza la huella imborrable que Juan Carlos ha dejado en el deporte de la vela a lo largo de varias décadas.
Su trayectoria en la disciplina lo ha convertido en un referente más allá de España, proyectando su imagen como un apasionado del mar.
Para los organizadores, su legado justifica plenamente este homenaje.
Con la última jornada a punto de disputarse, el Bribón se perfila como gran favorito para coronarse campeón del mundo.
Sin embargo, la exigencia de la competición y la calidad de sus rivales invitan a la prudencia.
El viernes se conocerá si Juan Carlos logra ampliar su leyenda con un nuevo título internacional.