Juan Carlos I no está en Abu Dabi, tiene nueva casa, lleva cuatro meses viviendo a una hora de Madrid
La infanta Elena hizo de intermediario entre Juan Carlos I y Felipe VI
Juan Carlos I empieza una nueva vida. El emérito ha conseguido su objetivo. Denunció a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro con una sola intención.
No es lo que más le importa, pero sabe que el político es un gran altavoz mediático y quería demostrar que él aún está vivo y puede hacer mucho ruido, era más bien un mensaje para Felipe VI, ya que en más de una ocasión le había pedido volver a España tras cinco años en el exilio y nunca le ha hecho caso.
El padre de la infanta Elena está agotado de vivir en los Emiratos Árabes, ya es muy mayor y tiene serios problemas de movilidad.
No quiere morir solo, es su peor miedo, sería una deshonra para él y para los suyos también.
Los médicos han comunicado a sus hijos que Juan Carlos I ya no está para realizar viajes tan largos. Acarrea desde hace más de una década serios problemas de movilidad.
Padece una artrosis severa que le ha inmovilizado prácticamente su pierna izquierda.
Según los profesionales de salud, debería utilizar una silla de ruedas durante todo el día, pero él se niega en rotundo.
No quiere que le vean como una persona dependiente.
Cuando tiene algún compromiso público, el padre de Felipe VI viaja a sus médicos de confianza en Vitoria o Ginebra para inyectarse células madre y plaquetas en sangre y de esta forma puede ayudarse de su bastón y del personal de seguridad, como se ha podido ver en todas sus apariciones.
Juan Carlos I se instala en Portugal
Gracias a la infanta Elena, Felipe VI ha permitido que Juan Carlos I pueda vivir más cerca de España.
No será en Madrid, ni mucho menos en el palacio de la Zarzuela, donde no podrá vivir nunca más. Es en Portugal.
El emérito se ha instalado desde el pasado mes de julio en Lisboa, concretamente en la zona de Cascais, junto a su hija buscaron una mansión de alquiler que cumpliese con todas las comodidades que necesitaba.
Juan Carlos I está ahora a tan solo una hora de la frontera con España, puede llegar en poco tiempo a Sanxenxo para participar en las regatas, ya no necesita 9 horas de avión.
Tampoco para llegar a Madrid, ahora solo necesitará de una hora en avión.
Unos desplazamientos mucho más cómodos para sus problemas de salud. De esta forma en el momento en que pasase algo.
