“El programa de Ana Rosa” cae en picado en audiencia: la dura batalla por el liderazgo matinal en la televisión española
Después de años de liderazgo indiscutible en las mañanas televisivas, “El programa de Ana Rosa”, el espacio informativo y de debate político estrella de Telecinco, atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia.
La emisión del jueves 9 de octubre registró una caída histórica en su audiencia, encendiendo las alarmas dentro de Mediaset y entre los analistas del sector.
Según los datos oficiales, el programa presentado por Ana Rosa Quintana alcanzó solo un 10,2% de cuota de pantalla, lo que supone una pérdida de dos puntos respecto al miércoles y de 3,4 respecto a la semana anterior.
Se trata del peor dato de la temporada y uno de los más bajos desde que el formato se estrenó hace más de veinte años.
La caída se produce tras dos semanas de resultados positivos, en las que el espacio había alcanzado entre 12% y 14% de audiencia, reafirmando su posición como uno de los pilares de Telecinco.
Sin embargo, en los últimos días, la tendencia se ha invertido de manera drástica, dejando al programa rezagado frente a sus principales competidores.
En La 1 de TVE, el matinal “La Hora de La 1”, conducido por Silvia Intxaurrondo, mantiene un sólido liderazgo con un 20,5% de cuota, mientras que “Mañaneros 360”, presentado por Javier Ruiz y Adela González, logra un 16,2%, superando ampliamente a Ana Rosa en la franja más competitiva de la televisión española.
Los expertos en medios apuntan a varias causas detrás de este desplome.
Una de ellas es el cambio de hábitos y preferencias del público, que ahora busca formatos más ágiles, cercanos y con una narrativa visual moderna.
En comparación, “El programa de Ana Rosa” ha sido criticado por mantener una estructura tradicional y poco innovadora, con debates extensos y escasa renovación estética.
También influye el tono editorial y la orientación política del espacio. Ana Rosa Quintana ha sido durante años una de las voces más reconocibles —y a menudo polémicas— del panorama mediático, algo que le ha permitido fidelizar a una parte del público, pero también generar rechazo en otra.
Fuentes internas de Telecinco reconocen que la cadena está evaluando ajustes profundos: más secciones de actualidad inmediata, entrevistas exclusivas y participación en redes sociales, con el objetivo de rejuvenecer la audiencia y recuperar su posición histórica.
Aun así, pocos dudan del peso mediático de Ana Rosa Quintana.
Su nombre sigue siendo sinónimo de rigor periodístico y liderazgo, y su regreso al trono de las mañanas dependerá de la capacidad del formato para reinventarse sin perder su esencia.
“El programa de Ana Rosa ha sido durante años el espejo de la televisión española.
Ahora tiene la oportunidad —y la necesidad— de demostrar que sabe adaptarse a los nuevos tiempos”, concluye un analista del sector.