“El silencio ya no protege a nadie.” Tras las palabras de Ábalos ante el Supremo, España arde. Protestas en la calle, divisiones en el Congreso y un eco que no deja dormir a Moncloa. “Yo no tengo nada que ocultar”, dijo… pero nadie le creyó. Lo que debía ser una defensa se convirtió en un incendio político. Ahora el poder tiembla, los aliados callan — y en el aire flota una pregunta que nadie se atreve a responder: 👉 ¿Qué está a punto de caer… y quién caerá con ello?