El periodista David González publica el libro ‘La familia Franco: 50 años después’, donde descubre qué es hoy de la herencia del ‘Generalísimo’
El próximo 20 de noviembre se cumple el 50º aniversario del fallecimiento del general Francisco Franco.
El general forjó una saga familiar que ha sido protagonista de escándalos amorosos, políticos y un acto en 2019 que los volvió a congregar en el Valle de los Caídos.
Muchos de los secretos de este clan los recoge el periodista David González (León, 1986) en las páginas del libro ‘La familia Franco.
50 años después’ (Esfera de los libros). Elcierredigital.com ha hablado con el autor de esta obra que vuelve a poner el foco en la familia del ‘generalísimo’ y su fortuna.

1975 y 2019: Dos entierros que marcaron a la familia Franco
Jueves 20 de noviembre de 1975. Toda España estaba pendiente del estado del general Francisco Franco.
Desde hace meses, la salud del ‘generalísimo’ se había convertido en una cuestión de interés nacional.
Finalmente la agonía del caudillo terminó, de manera oficial, a las 5:25 horas de aquel día de noviembre.
Tres días después, Franco fue enterrado en el Valle de los Caídos en presencia del ya rey Juan Carlos I.
También de personalidades políticas y el clan familiar.
“A partir del año 1975, cada miembro de la familia empieza a reivindicar su propio yo.
Independientemente de ser descendientes de Francisco Franco hasta tal punto que Cristóbal, uno de los nietos, contó en sus memorias que, al desaparecer el abuelo, desaparecería también la unión familiar.
Ocurrió un poco así. Cada uno se buscó la vida”, cuenta David González.
Más de cuatro décadas después, el 24 de octubre de 2019, los Franco volvieron a congregarse casi al completo en el mismo enclave. Esta vez para asistir a la exhumación del dictador.“Yo lo llamo el reentierro y el cual reflejó una especie de unificación familiar.
De hecho, lanzaron mensajes como, por ejemplo, decir que la Casa Cornide es una de sus viviendas habituales y que en ella viven las hermanas de Pocholo Martínez-Bordiú”, cuenta David.
Cinco días antes de la exhumación, los Franco se reunieron en el icónico edificio de Hermanos Becker.
“Allí se decide que hacer y como se debían de comportar durante aquel acto.
Es cierto que hubo ciertas disidencias, pero lo que estaba claro era que debían de mostrar una imagen de unión”, dice David González.
Durante años, la presencia de los Franco se había limitado a los tabloides y la prensa del corazón.
Sin embargo, el clan comenzó a sentirse atacado política y judicialmente.
Frente a esto, entendieron que la unidad era su mejor defensa.
“Ellos entendieron que la exhumación era una especie de agresión porque, en cierto modo, habían vivido muy tranquilos durante los años previos”, comenta.
Pero, no todos lo vivieron igual.
“Mariola, por ejemplo, que en su día fue considerada la más progresista de la familia e incluso se llegó a decir que votaba al PSOE se alineó con asociaciones defensoras de la memoria del franquismo”, dice.
Entre los bisnietos, la reacción fue aún más visible.
“Varios de los hijos de José Cristóbal expresaron en redes sociales su apoyo al dictador.
Francisco Franco III llegó a publicar en la prensa extranjera un artículo en defensa de su bisabuelo”, dice David.
“Por su parte, Luis Alfonso de Borbón reforzó su papel como presidente de honor de la Fundación Nacional Francisco Franco.
Él estaba convencido de que esa vinculación incluso le beneficiaba en su entorno monárquico y conservador francés”, afirma.
Una de las nietas del general que más titulares acaparó por aquel entonces fue Merry Martínez-Bordiú.
También conocida como ‘La Ferrolana’, un apodo que recibió de su abuelo, a quien estaba muy unida.
Merry y su hermano Cristóbal fueron los únicos miembros del clan que pudieron estar presentes en el acto.
“Merry cambió las portadas por la discreción absoluta y no vivió nada bien aquel acto.
Tanto es así que hubo un momento en el que se giró a la ministra Dolores Delgado y le dijo: “¡Que la maldición de desenterrar a un muerto caiga sobre vosotros!”, cuenta David.
Una fortuna ‘en boca de todos’
Al igual que Merry, su hermana Carmen Martínez-Bordiú no habría estado muy interesada en la gestión del patrimonio familiar.
Ambas hermanas llegaron a ‘reinar’ en la crónica social.
“La presencia de los Franco en el papel cuché abrió la puerta a que se investigaran sus negocios y su fortuna”, dice David.
Una fortuna que hoy sigue dando de que hablar y que pone el foco en una cuestión: “¿De qué viven los Franco?”.
“Bajo mi punto de vista, la fortuna de los Franco es muy difícil de rastrear.
Es importante mencionar que el origen de la misma se sitúa en la dictadura a través del Marqués de Villaverde.
Es él quien da el gran ‘pelotazo’ con la finca familiar de Valdefuentes, una de las favoritas de Franco”, comenta.
Esta propiedad forma parte del patrimonio multimillonario que acumularon los Franco.
Al igual que otros inmuebles que son ‘joyas’ arquitectónicas o piezas del joyero familiar como el collar de esmeraldas de Carmen, duquesa de Franco.
“Cuando murió Carmen, tasaron su fortuna en 600 millones de euros y, por ejemplo, la venta del edificio Hermanos Becquer se tasó en 70 millones.
Estamos hablando de la punta del iceberg de su fortuna”, afirma.
Pero, desde hace años, la saga está vendiendo gran parte de su patrimonio.
“Creo que, como casi toda la clase alta española, se están convirtiendo en rentistas.
Además, han invertido en muchos sectores como, por ejemplo, en el de las telecomunicaciones o las clínicas sanitarias.
Pero, se están centrando muchísimo más en el inmobiliario y en el que han ganado fuerza los bisnietos”, apostilla David González.
“Todos ellos han invertido en ámbitos muy diversos y han sabido manejarse muy bien en el mundo de los negocios.
De hecho, les fue mejor en democracia que en los años de dictadura”, dice.
Los Franco y los Borbones: Un ‘tira y afloja’
Precisamente, uno de los motivos por los que la saga no ha dejado de ser noticia es por su vínculo con los Borbones.
Un nexo marcado por intereses y desencuentros.
No hay que olvidar la tensión que existió entre Franco y Juan de Borbón.
Tampoco la verdadera relación entre Juan Carlos y Sofía, entonces príncipes de España y el general.
Una relación que sigue desatando cierta rumorología.
“La reina Sofía llegó a decir a su biógrafa, la periodista Pilar Urbano que, cuando llegó a España, lo que más le llamó la atención fue que Franco incorporó a su familia a la jefatura del Estado“, cuenta.
Desde entonces, fueron muchas las estampas que quedaron de ambos clanes en el Palacio de la Zarzuela, el yate Azor y el Pazo de Meirás.
“La reina Sofía es una mujer muy inteligente.
Ella entendió muy rápido que su futuro y el de su familia pasaba por contentar a Franco.
De hecho, Carmen Polo llegó a decir que “la princesa Sofía enamoró a Paco”.
Franco estaba encantado con la figura de Sofía.
Le pareció la mujer ideal inteligente, culta, formada… la mujer que ‘iba a meter el cintura al Borbón’.
Es decir, Franco consideraba que el proyecto de rey que era Juan Carlos funcionaba mejor con una mujer al lado como la princesa Sofía”, dice.
Durante los primeros años de democracia los reyes Juan Carlos y Sofía no perdieron la relación con la familia Franco.
“Aparecen en diversos eventos familiares.
Acudieron el funeral de Carmen Polo y Carmen Franco estuvo invitada a la boda de los príncipes de Asturias”, dice.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el vínculo ya no sería tan cercano.
“El rey Felipe VI ha conseguido desligar la imagen de Franco.
Creo que, a día de hoy, existe una relación de falsa cordialidad”, puntualiza David.
Uno de los escenarios que evidenciaron esta distancia tuvo lugar en noviembre de 2004.
Por aquel entonces, se casaba Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas.
Una boda se celebró tan solo varios meses después de la de los príncipes Felipe y Letizia.
“Luis Alfonso puso en las invitaciones a su Alteza Real Luis Alfonso Borbón.
Esto sienta fatal en Zarzuela. Tanto es así que no fue nadie de Casa Real a la boda.
Tampoco fue bien recibida una entrevista que Carmen Martínez Bordiú dio a Jesús Quintero en la que dijo que lo único que le gustaba de Letizia era su nombre“, comenta.
Todo ello les alejó en gran medida.
“Una lejanía que se fue acrecentando con el paso de los años.
Por ejemplo, en 2018, Luis Alfonso se presentó en un acto en el Valle de los Caídos.
Muchos de los presentes le gritaron que él sí es su rey y no Felipe“, dice David.
La nueva generación de los Franco y el legado de su bisabuelo
Cabe destacar que Luis Alfonso es uno de los bisnietos más mediáticos de Franco.
También la ‘cabeza’ más visible de la nueva generación del clan.
“Esta nueva generación está escapando de los flashes que persiguieron a sus padres.
De hecho, muchos de ellos, mantienen sus redes de manera privada“, comenta.
Muchos de los bisnietos de Franco han conseguido ser anónimos.
“Por ejemplo, Daniel y Diego, los hijos de José Toledo y Cristóbal Martínez Bordiú han estado el foco contra su voluntad.
A los hijos de Francis Franco, les ha ocurrido lo mismo, pero apenas se conoce información sobre ellos”, apostilla David.
Una de las bisnietas más conocidas es Cynthia Rossi, hija de Carmen y Jean Marie Rossi, su segundo marido.
“Ella tuvo la oportunidad de ser mediática, pero es alérgica a los focos”, dice.
Cynthia comparte esta cualidad que comparte con muchos de sus primos como los Ardid, hijos de Mariola Martínez-Bordiú y Jaime Ardid.
También, Jaime, el hijo de Jaime Martínez-Bordiú y Nuria March.
“Jaime pasa totalmente desapercibido. No ha aparecido en prensa ni en programas de corazón.
Actualmente sale con una rica heredera argentina con quien vive en París. Pero, no quiere fama”, comenta.
Cincuenta años después de la muerte de Franco, David subraya: “España entendía que los Franco formaban parte del pasado inmediato, pero seguían presentes, y que ‘molestarles’ era uno de los precios a pagar para que la transición saliera bien”, comenta.