Cuando el imperio Rumasa se derrumbó y miles de empresas quedaron en ruinas, una familia supo moverse entre las sombras. Los Escarrer. Mientras todos hablaban de pérdidas, ellos construían un imperio hotelero que los haría multimillonarios. 💰 Dicen que hubo llamadas discretas, favores políticos y una jugada maestra que solo unos pocos comprendieron. Hoy, décadas después, la pregunta sigue flotando en el aire: ¿fueron visionarios… o simplemente los grandes beneficiados del caos?

La familia balear de los Escarrer posee una fortuna en torno a 750 millones, tras aciertos en el turismo y el ‘pelotazo’ de los hoteles de Rumasa
Durante décadas el apellido Escarrer ha sido sinónimo de hotelería española.

Muere el fundador de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Juliá, a los 89 años | Empresas | Cinco Días

Desde un pequeño hotel de 60 habitaciones abierto en la Mallorca de 1956, la familia ha levantado un imperio global: Meliá Hotels International, la primera cadena hotelera de España y una de las veinte mayores del mundo.

Tras la muerte el pasado año de su patriarca, Gabriel Escarrer Julià, y con su hijo Gabriel Escarrer Jaume al frente, el grupo afronta una nueva etapa marcada por la deuda, la internacionalización y una fortuna familiar que sigue creciendo: 750 millones de euros.

El reciente fallecimiento de la viuda de Escarrer Julià, Ana María Jaume, ha dejado el imperio hotelero en manos de los seis descendientes del matrimonio.

De un hotel alquilado a un imperio turístico
La historia de la familia Escarrer es también la del turismo español.

 

En 1956, con solo 21 años, Gabriel Escarrer Julià decidió alquilar un pequeño establecimiento, el Hotel Altair, en la playa de Palma.

 

En plena euforia del boom vacacional, supo detectar el cambio de época: España se abría al turismo europeo y el Mediterráneo se convertía en el nuevo destino de masas.

 

A base de reinvertir beneficios y de una gestión directa, fue alquilando y comprando hoteles hasta formar la cadena Hoteles Mallorquines Asociados, germen de lo que más tarde sería Sol Hoteles.

El gran salto llegó en 1984, cuando el Estado expropió al conglomerado Rumasa de José María Ruiz-Mateos y sacó a subasta sus activos.

 

Escarrer, que ya contaba con una estructura empresarial sólida, adquirió 32 hoteles del grupo estatalizado Hotasa.

 

Aquella operación, fruto directa de la expropiación de Rumasa, catapultó a Sol a la posición de primera cadena hotelera de España.

 

Fue el momento en que el empresario mallorquín se hizo de oro y consolidó su reputación de hombre hábil y visionario en los negocios.

Dos años más tarde, en 1986, compró la cadena Meliá, fundada por José Meliá Sinisterra, sumando 22 establecimientos y renombrando la empresa como Grupo Sol Meliá.

 

En el año 2000, la adquisición de Tryp Hoteles reforzó su presencia en el segmento urbano y lo situó entre los diez mayores grupos hoteleros del mundo.

 

Con los años, Escarrer diversificó su oferta con marcas que hoy son reconocidas globalmente: Gran Meliá, Paradisus, ME by Meliá, Innside, Sol o Tryp by Wyndham.

El legado del fundador
Fallecido a los 89 años, Gabriel Escarrer Julià dejó atrás una biografía que encarna el ascenso económico del turismo español.

 

Hijo de un funcionario municipal que no pudo costearle estudios universitarios, Escarrer construyó su fortuna desde la intuición y la disciplina.

Hombre mayor de cabello canoso y traje azul sonriendo al aire libre bajo una estructura de madera

Durante casi siete décadas, presidió la expansión del grupo por cuatro continentes.

 

En los años 90 amplió su estrategia a los hoteles urbanos, abriendo mercados en Asia, Europa y América.

 

Meliá se convirtió así en la primera hotelera española en salir a Bolsa y en símbolo de la internacionalización de las empresas familiares del país.

A su muerte, dejó una empresa con más de 380 hoteles en 40 países, gestionando cerca de 100.000 habitaciones.

 

La sede, fiel a sus raíces, sigue en Palma de Mallorca.

 

En 2006 recibió la Medalla de Oro de la comunidad balear de manos del rey Juan Carlos, siempre cercano a los magnates de las islas.

El heredero: modernización y control familiar
Desde 2016 el mando efectivo lo ostenta su hijo Gabriel Escarrer Jaume (1971), presidente y consejero delegado del grupo.

 

Educado en el negocio familiar, ha pilotado la modernización digital, la expansión en Asia y la apuesta por la sostenibilidad.

 

Bajo su dirección, Meliá ha salido de los números rojos tras la pandemia y ha recuperado beneficios, aunque la cotización en Bolsa aún está un 45% por debajo del valor que tenía en 2018.

El grupo, controlado en un 49,41% por la familia Escarrer, tiene una deuda de 1.200 millones de euros.

 

Para reducirla, en febrero de 2024 vendió al Banco Santander el 38,2% de una filial, propietaria de tres hoteles en Londres, Menorca y Tenerife, por 300 millones.

En 2018 el fundador dejó todo preparado para una sucesión ordenada.

 

Reestructuró el entramado societario y firmó, junto a sus seis hijos, un pacto de socios que garantiza el control total del grupo.

 

Apenas poseen inversiones fuera del sector hotelero, tras liquidar sus sicav entre 2019 y 2020.

 

Sus principales sociedades patrimoniales —Hoteles Mallorquines Consolidados, Hoteles Mallorquines Agrupados, Allau Inversiones y Tulipa Inversiones— están radicadas en Baleares.

Un gigante con acento mallorquín
La fortuna familiar asciende hoy a 750 millones de euros, en buena parte concentrada en el valor bursátil de Meliá Hotels.

 

La consultora Richard Ellis valoró en 2022 los 57 hoteles en propiedad en 4.641 millones, tres cuartas partes de ellos ubicados en España, México y República Dominicana.

 

A pesar de la deuda, el grupo sigue siendo el referente del turismo español: la única hotelera del Ibex 35 y una de las dos cotizadas junto a NH Hotels.

Entre sus nuevas apuestas figura la alianza con Rafa Nadal para la marca Zel Hotels, cuyo primer establecimiento abrió en Mallorca en 2023. El segundo estará en Sayulita, en la costa del Pacífico mexicano.

 

Además, Meliá apunta con fuerza a Arabia Saudí, donde prevé alcanzar 9.000 habitaciones en 2030 con inversiones por 3.000 millones de dólares.

Polémicas y desafíos
No todo ha sido éxito. En su larga trayectoria, el grupo ha afrontado críticas, como la polémica por una cena de homenaje a Franco celebrada en un hotel de la cadena, o la demanda de una familia cubana que reclama la propiedad de terrenos donde Meliá opera en la isla, amparándose en la Ley Helms-Burton de Estados Unidos. También ha sido crítico con las políticas turísticas locales.

 

“La ecotasa hace que los ilegales sean todavía más atractivos”, ha dicho sobre la tasa turística balear.

Hombre de traje hablando en un evento con micrófono de diadema y fondo con logotipos de Círculo Ecuestre y MoraWealth
Gabriel Escarrer Jaume. | EP
A sus casi 70 años, Gabriel Escarrer Jaume continúa pilotando el rumbo del grupo con la vista puesta en el exterior.

 

 

El turismo español vive una nueva edad dorada, con precios hoteleros que subieron un 7% en septiembre y récord de pernoctaciones.

 

En ese contexto, el heredero de la dinastía hotelera más poderosa del país mantiene su receta: menos deuda, más activos premium y expansión internacional.

 

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