El artista regresa a los medios tras años de silencio para aclarar cómo está ahora tras su separación de Irene Rosales
Con Cayeteno, Kiko mantiene una estrecha relación. Por el contrario, con su hermano Fran esta es bastante más distante

Tras su ictus en 2022, Kiko Rivera tomó la decisión de callar. Estar en silencio.
Esto le beneficiaba más de lo que nunca había pensado, puesto que él siempre había sido de hacer públicos sus desaires, especialmente los familiares.
En todo este tiempo, ha preferido ser prudente y, aunque ni él ni el resto de miembros de los Pantoja han dejado de ser noticia en este tiempo, sí que es verdad que han sido años de no entrar a opinar ni a rebatir testimonios. Hasta ahora.
Kiko Rivera ha roto este silencio autoimpuesto con una entrevista concedida a ‘De viernes’.
En ella, el DJ y compositor ha querido hablar de todo y sobre todos. Ha destapado infidelidades de Irene, ha contado cómo imagina su futura relación con su hermana y, por supuesto, también ha hablado sobre su madre.
Todos los titulares de Kiko Rivera
Sobre cómo se encuentra tras la separación de Irene Rosales.
“Me siento un tipo afortunado, no estoy cerrado al amor, pero no tengo ganas.
Tengo ganas de estar con mis hijos, conmigo mismo, de quedar conmigo mismo.
Estoy en esa etapa de mi vida, me he centrado en mí mismo y a día de hoy lo puedo decir: soy completamente feliz”.
Sobre por qué ha roto ahora su silencio.
“Doy esta entrevista para que vea la gente que también se puede cambiar y que nunca es tarde para hacer las cosas bien”.
Kiko afirma estar centrado en él mismo tras su ruptura con Irene. No quiere saber nada de tener otra pareja
Sobre cómo es su vida tras haber vencido un ictus.
“La vida me da una segunda oportunidad, ahí es cuando decido ponerme en manos de profesionales para que saquen lo mejor de aquí.
Y aquí estoy sano, mejorado y feliz. Yo pensaba que me moría, me asusté mucho.
Fueron unos meses muy malos y muy duros antes de que me diera el ictus”.
“Yo estoy enfadado las 24 horas del día. Enfadado por la tensión, por las nubes, todo te sienta mal, le hablas mal a todo el mundo.
Porque la persona más importante de mi vida (se refiere a su madre y a todo el episodio de la herencia envenenada de Cantora) me ha engañado.
Claro, esos fueron unos meses muy malos. Es decir, ya no es por enterarte de eso, sino por no recibir respuesta”.
Sobre su operación de corazón.
“Recuerdo que estaba en plena promoción de una de mis canciones, ‘Mambo’, y estábamos en Madrid y me sentía muy cansado.
Pero cansado a un nivel que no había experimentado antes. Llego a Sevilla y me voy directamente al médico.
Y claro, me había dado una angina de pecho”.
“Me dejaron ahí ingresado y me hicieron un cateterismo.
Fue el remate para decidir frenar un poco, bueno, un poco no, frenar totalmente lo que viene siendo el personaje de Kiko Rivera, que para esa época ya sentía yo que me estaba empezando a comer a la persona que soy. Básicamente, no quería convertirme en mi madre”.
Irene conoció a Kiko cuando tenía 22 años y este este atravesaba su peor momento. “Se ha perdido muchas cosas”, ha dicho Rivera

Sobre cómo Irene vivió sus adicciones.
“Yo conocí a Irene con 22 años, estaba viviendo todavía con sus padres y yo creo que salir de su casa tan joven para venir a vivir conmigo en la peor etapa de mi vida, pues no fue lo mejor.
Creo que se ha saltado etapas de su vida, miles de cosas, que creo que yo se las arrebaté en ese sentido.
Que fuera todo tan rápido que casi no tuvimos tiempo de disfrutar de la pareja, y de eso me siento culpable.
Porque yo sí que he vivido todas las etapas de mi vida en la juventud, pero ella no”.
“Ella tuvo que madurar muy joven.
No quiero que suene mal, ni que ella se lo tome a mal, pero durante muchos años de mi vida pensé que Irene tenía la llave de ese infierno oscuro en el que yo estuve, de droga, fiesta… Yo pensaba que estando con ella, estaba a salvo.
Y no era así. El psicólogo me hizo ver que el único que tenía esa llave era yo, y eso para mí fue un choque”.
“Lo paso mal, me desestabilizo, me peleo conmigo mismo, me alejo de ella, y en vez de agradecerle todo lo que ha hecho por mí, la repelo.
Y yo no le dije nada. Ella tuvo que ver mucho con mi recuperación.
Ella llamó a mi madre y una vez más no tuve respuesta de ella. Yo tuve muchas recaídas, muchas.
Yo trabajaba en el mundo de la noche y era complicado, tenía que irme corriendo de los bolos cuando terminaba”.
Sobre las infidelidades y el constante perdón de Irene.
“Nunca lo hemos dejado. Se me perdonaba. Eso también ha sido decisión de Irene.
Creo que si se va apagando el matrimonio, pues al final son cosas que pueden pasar.
Y como a mí me ha pasado, pues lo confieso. Irene me perdonó.
Y yo creo que al final, pues que son cosas que también acaban desgastando, si a eso le sumas que tu mujer es más madre que esposa, pues al final no salen las cosas bien”.
Él señala como causa de la ruptura el desgaste de la relación y que Irene ejercía más como una madre que como su mujer
Sobre su ruptura matrimonial.
“Los últimos años han sido muy complicados porque he visto cómo mi matrimonio se desgastaba, hasta el punto de que parecíamos más compañeros de piso, o incluso, mi madre antes que mi mujer.
Yo no le dije nada, no sé si ella también lo estaba viendo, pero yo empecé a darme cuenta.
En las vacaciones de Menorca yo me di cuenta ahí de que la relación estaba completamente muerta, y yo creo que ella también se daría cuenta, yo tuve que disimular por mis hijas y mis cuñados.
Pero ese deseo y esas ganas por estar con la otra persona ya no estaban, incluso te molesta. Entonces, ¿para qué estoy con ella?”
Sobre la nueva relación de Irene con Guillermo.
“Ahora me doy cuenta de las inmensas ganas que tengo de que mi mujer, perdón, mi exmujer, sea feliz.
No pude más, yo tuve la iniciativa. Al final fue mutuo porque ella también lo veía bien, pero no se había atrevido a decirlo.
Pero el que dio el primer paso fui yo, lo que pasa que luego ella ha dado como quince más que yo”.
“Porque ella al poco tiempo ya estaba con otra persona, por lo tanto, imagino que ella también notaba que nuestra relación estaba muerta desde hace tiempo.
Ella ya está con otra persona, contenta, feliz, por lo que eso te hace pensar que eso viene de antes porque si no no se entiende.
Él vino a poner el césped a nuestra casa, y la verdad que un tío simpático, aunque no hablé mucho con él”.
“No hay nada que reprochar, no estoy yo en situación de hacerlo y porque a Irene la quiero con locura y deseo que sea feliz.
Cuando me enteré, yo le pregunté y ella me dijo: ‘no, es que somos amigos’.
Yo decía ‘pues en 11 años que llevamos juntos no conozco a ese amigo’.
Un poco claro que molesta, pero verla sonriente, activa en redes sociales y contenta con otra persona, y a mí eso me reconforta. Siendo egoísta, si ella está bien, mis hijas están bien”.
Kiko dice que él le preguntó por Guillermo, pero que Irene le dijo que solo era un amigo
Sobre cómo se lo contaron a sus hijas.
“Nuestras hijas nos dieron una lección de vida porque fueron momentos complicados, en el que te tienes que sentar delante de las personas que más quieres en el mundo para explicarles que sus padres se van a separar.
Y lo entienden. Pero es que también están acostumbradas, ellas desde siempre han vivido como su hermano va y viene.
Y además que eso está en la orden del día. Yo creo que lo fundamental es llevarse bien”.
Sobre el episodio de la manguera con su hermana Isa.
“Eso ha pasado, sí. Y es algo de lo que me arrepiento.
Pero vuelvo a repetir que cuando uno quiere sanar, y realmente quiere sanar, joder, cuando tú quieres sanar hay que callar.
Porque eso no hace más que mover la mierda. Ese es un episodio que ha pasado, pero han pasado más. Más o menos”.
“Lo que sí sucedió aquel día fue que mi madre y mi hermana tuvieron una pelea de la hostia y a mí me pilló en medio.
Y yo tuve una reacción que no era la correcta. Yo tenía 28 o 29 años.
Pero la vida que yo llevaba, que no era la más adecuada, yo no estaba preparado para solucionar eso.
Y mi madre se desentiende y me deja a mí con el marrón”.
“Cometí un error por desesperación, por decir qué coño es esto.
Allí, sin nada, mi abuela me dijo, ‘joder, aquí nadie hace nada, ¿pero esto qué es?’.
Todo el mundo se había quitado del medio. Me dejaron con una niña completamente fuera de sí. Y yo también.
Yo estaba hasta aquí, bebía, salía, no estaba preparado. Fue un episodio horrible, ojalá no hubiese sucedido nunca”.
Kiko Rivera reconoce que sí que mojó a su hermana con una manguera en Cantora, pero que se siente arrepentido
Sobre por qué rompe la relación con su hermana.
“No tengo ningún tipo de relación con mi hermana.
Cuando yo me entero de todo el tema de la herencia de mi padre, de mi madre, pues yo hablo con mi hermana, hablo con mi prima y se posicionan. Se posicionan a favor de mi madre.
Yo no lo entiendo y ahí, pues, se va todo a tomar por saco”.
Al DJ le gustaría reconciliarse con su hermana pequeña
Sobre la última vez que se vieron y sobre si hay opción de reconciliación.
“Yo creo que la última vez que la vi fue en la última intervención que tuve en televisión, que ella apareció por ahí y yo me levanté para darle un abrazo y ella lo negó.
Y luego la siguiente vez fue cuando ingresó Alma, la hija de mi prima, y al verla, pues yo le di un abrazo, le di dos besos y… Me hubiera encantado en ese momento sentarme con ella a hablar, pero tampoco era el momento. Y se quedó ahí, tío, se quedó ahí, pero a mí ese abrazo me dio fuerzas, la verdad que sí”
Sobre el último día que vio a su madre.
“El primer día vino mi madre y al segundo día vino Isabel Pantoja.
El primer día la sentía como madre, no mucho, pero algo.
Pero el segundo día, ya vino como Isabel Pantoja, intentando poner todo aquello como ella quería, incluso tuvimos nuestros más y nuestros menos. Y por eso ya se fue. No hubo despedida.
Lo último que le dije fue: ‘sal ahora mismo de esta habitación’. Y nunca más he vuelto a saber de ella”.
Sobre la relación con su madre y una posible reconciliación.
“No te puedo decir que es irrecuperable, pero que tengamos que esperar a que pase alguna desgracia para que, por lo menos, se intente lo que parece una gilipollez.
Es verdad que yo no tengo ganas, no tengo fuerzas, no tengo… No me sale. Me han pasado muchísimas cosas. Entre ellas, la ruptura”.
Kiko lleva sin ver a su madre desde 2020, cuando ella fue a verle al hospital y acabaron discutiendo
Sobre la gran decepción Isabel como abuela.
“No tengo nada contra de mi madre, le deseo toda la felicidad del mundo.
Que la vida le vaya maravillosamente bien. Pero me ha decepcionado.
Son muchos años sin saber de sus nietos, se está perdiendo lo bonito que es ver crecer a tus nietos.
No los ve desde antes de 2020. Hay una cosa que no le perdono, y es que no esté a la altura como abuela”.
“Fallecieron los dos padres de Irene. Y ya solo quedaba mi madre. Y recuerdo el día que falleció mi suegra.
Mis hijas habían perdido a la que ejercía de abuela cada día.
Entonces, yo me armé de valor y le dije a mi madre que esperaba de ella que estuviese a la altura con sus nietas.
Y ella me dijo que no me preocupase. Me engañó a mí, engañó a las niñas, pero sobre todo, se engañó a ella”.
Según Kiko, el gran ‘pecado’ de Isabel Pantoja ha sido no estar a la altura de lo que se esperaba de ella como abuela
Sobre cuál es su actual relación con sus hermanos.
“A mi hermano Cayetano lo quiero mogollón y me está ayudando mucho con la separación de Irene.
Con Francisco no tengo tanta relación. Tuve la ocasión de cruzarme con él en un aeropuerto en Santiago.
Él venía para Sevilla, yo iba a Santiago. Pero yo tengo otra vida, hay gente que me quiere, gente que me cuida, gente que está pendiente de mí y que no se queja de mí y que no tiene quejas de mí. Que suma”.
“¿Que no me compensa a día de hoy tener una buena relación con él? No, pero sí una cordialidad.
El problema es que yo me he enfadado con mi madre, he tenido problemas y le he dicho cosas horribles.
Pero se las digo yo, si se las dices tú, te corto la puta mano. Yo tampoco tengo las cosas de mi padre.
Entonces, estoy en las mismas condiciones que mi hermano. Igual, exactamente igual.
Entonces, y él sigue erre que erre, y hay un momento que dices, ‘tío, cállate ya, macho, que ya tienes una edad’.
Entonces, creo que ahí fue un momento en el que decidimos que no, que no me compensa”.
Sobre su prima Anabel Pantoja.
“Para mí, ella significa familia a día de hoy. Es con la única que mantengo una comunicación.
La quiero muchísimo. Pienso que nuestras vidas nos han hecho que nos separemos un poquito más de lo que estábamos acostumbrados, pero es una tía cojonuda”.
“Cuando una madre sea quien sea tiene a su hijo en una situación así, ahí hay que estar.
Y creo que ahí digamos que, por primera vez, todos sin hablar entre nosotros, toda la familia estuvimos ahí apoyando a Anabel.
Yo me entero a través de un amigo de Anabel, que es un amigo común y cuando todo se tranquiliza Anabel me llama y no tardo ni un segundo en ir para Canarias.
Creo que ha sido algo bastante durete, tanto para Anabel como para su novio.
Con Anabel hablo bastante más que con el resto de la familia.
Decirle que para mí ella es superimportante de mi vida. Ella es mi prima, pero para mí es como si fuese mi hermana”.