En una vista que dejó a todo Madrid conteniendo la respiración, el Tribunal Supremo emitió un veredicto devastador: García Ortiz es culpable. El hombre que alguna vez custodió los secretos más profundos del sistema judicial ha sido ahora desenmascarado por la misma estructura a la que sirvió. Esas cartas que parecían invisibles se han convertido en pruebas contundentes, amenazando con desencadenar una cadena de consecuencias imprevisibles dentro del Gobierno. En los pasillos del poder, se susurra que esto es solo el comienzo de una tormenta. ¿Quién será el siguiente en quedar atrapado en el torbellino? ¿Quién está detrás de este golpe? Y, aún más inquietante: ¿para quién filtró García Ortiz ese correo… y a cambio de qué?