Las tradicionales uvas en la Puerta del Sol se convirtieron este año en un auténtico escenario de alto voltaje político. El delegado del Gobierno protagonizó un choque frontal con Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, elevando la tensión institucional en una noche que debía ser simbólica y festiva. Cruces de reproches, gestos nada casuales y mensajes velados marcaron una velada que dejó claro que la batalla política también se libra en los actos más emblemáticos. ¿Casualidad… o pulso calculado?