Hablamos con Gonzalo Miró, presentador de ‘Directo al grano’ en La 1 de RTVE junto a Marta Flich, que defiende su llegada a la pública como presentador: “Yo no vengo aquí a aleccionar a nadie”, dice antes de analizar el crecimiento en audiencias de la cadena: “Hay gente que necesitaba un sitio donde refugiarse”

Gonzalo Miró ya ha cumplido su primera semana como nuevo rostro de RTVE.
Su fichaje como presentador junto a Marta Flich de Directo al grano, el recién estrenado programa de actualidad para las tardes de La 1, estuvo desde el primer momento envuelto en polémica.
Entre los críticos, por un lado, algunos sectores conservadores molestos con su simple llegada a la cadena y, por otro, voces escépticas con el hecho de que un tertuliano que se ha definido tanto ideológicamente pueda dar el salto con credibilidad a presentador de una televisión pública.
Gonzalo Miró hace una aclaración en ‘Directo al grano’ tras la acusación de Isabel Durán: “Aquí nadie ha dicho eso”

A estos últimos, Miró les pide un voto de confianza: “Hay que tener en cuenta la honestidad de la gente que está delante de las cámaras para saber si está siendo todo lo imparcial que crea que puede ser o no.
Yo no vengo aquí a aleccionar a nadie, yo no tengo ninguna intención de aleccionar a nadie.
Creo que se puede mostrar una opinión y no por eso se deja de ser objetivo a la hora de contar una noticia”, defiende en esta entrevista con verTele y otros medios previa al estreno de su magacín.
Gonzalo Miró, que asegura haberse ido de Atresmedia -donde trabajaba como tertuliano de espacios como Espejo Público o Más vale tarde– “en muy buenos términos”, asume que “gran parte de la apuesta” que RTVE ha hecho por él tiene que ver con la marca personal que se ha labrado en los últimos años.
“Yo dudo mucho que un Santiago Abascal de vicepresidente hubiera recurrido a mí para presentar las tardes de TVE”, bromea antes de ser preguntado si entonces cree que ha sido fichado por la pública porque ahora mismo en el gobierno hay partidos de izquierda.
“No sé si es directamente una cuestión del gobierno. Me extrañaría que Pedro Sánchez esté preocupado por esta historia”, ironiza. “Pero el que ha confiado en mí es José Pablo [López, presidente de RTVE].
José Pablo y la producción del programa. Esto es una realidad, vamos, no estoy descubriendo la pólvora”, añade, mostrándose consciente del escrutinio que se va a hacer de su trabajo diario en La 1.
“Venga, se admiten apuestas: ¿Cuánto va a tardar el Congreso en pedir mi cabeza? ¿Antes de Navidad?”, vacila.
Miró reflexiona sobre la desafección política que se vive en la sociedad española y se atreve a hacer un análisis del buen momento que atraviesa la pública: “La audiencia creciente de Televisión Española también tiene que ver con que ha habido gente que necesitaba un sitio donde refugiarse.
Es la única manera de entenderlo. Si no, no creces”, concluye.

¿Cómo te llegó la oferta de RTVE? ¿Qué tal se lo tomaron en Atresmedia?
Pues la oferta llega inesperadamente, pero con mucha confianza, cosa que agradezco.
El hecho de que apuesten por mí y que me vean con la capacidad para cambiar el perfil y dar este paso, que para mí es un crecimiento personal, pues es algo que agradezco.
Y respecto a Atresmedia, es que me voy a hacer otra cosa distinta.
No creo que tenga nadie mucho motivo para que le haya sentado mal.
Yo creo que no ha sido así.
He salido de allí con muy buenos términos y con cierta nostalgia también, porque he estado muchos años colaborando con gente con la que tengo muy buena relación.
En relación a lo que podrás decir en televisión, y cómo lo podrás decir, ¿qué cambia de ser colaborador a ser presentador?
Pues te lo diré el año que viene.
Ese es el cambio de registro en el que tengo que trabajar.
Me va a costar, ¿eh? A ver, mi personalidad no va a cambiar.
Inevitablemente, yo soy quien soy y yo creo que gran parte de la apuesta tiene que ver con eso.
Pero es verdad que tengo que cambiar el registro a intentar moderar las cosas desde mi punto de vista, obviamente, desde el de Marta [Flich] y desde la productora, pero con la intención de no ser imparcial.
Imparcial en cuanto a las opiniones, otra cosa es cómo muestre la información que será de la manera más objetiva posible.
¿Pero vas a seguir opinando, o te has propuesto opinar menos y moderar más?
Yo no voy a dejar de opinar en mi vida.
Nunca.
¿Te han dicho aquí que siempre vas a poder mojarte y dar tu opinión cuando la quieras dar?
Venga, se admiten apuestas: ¿Cuánto va a tardar el Congreso en pedir mi cabeza? ¿Antes de Navidad?
¿Qué parte del Congreso? ¿Hay más posibilidades en una que en otra?
Hombre, es evidente. Es evidente. [Risas].
Se puede mostrar una opinión y no por eso se deja de ser objetivo a la hora de contar una noticia
Gonzalo Miró
¿Crees que un presentador de RTVE puede decir todo lo que tú decías como colaborador en los programas en los que participabas?
Eso es que lo iré viendo.
No voy con una idea preconcebida de qué es lo que quiero decir.
Dependerá de la actualidad.
En los últimos tiempos se ha criticado a RTVE de no ser ecuánime en la selección de sus programas y presentadores, incluyendo tu propio fichaje. ¿Qué opinas al respecto?
Que no recuerdo ninguna época en la que no haya habido ese debate.
Ninguna.
¿Pero la televisión pública no debería estar alejada del poder que hubiera en cada momento?
Pero eso es un poco como lo de la Justicia de este país. No debería estar politizada, pero lo está.
Lo está porque a los jueces los nombra el Consejo General del Poder Judicial, que lo nombran los políticos.
¿Cómo se nombran los consejos? Al final, todo tiene que ver con cierta ideología.
Ahí también hay que tener en cuenta la honestidad de la gente que está delante de las cámaras para saber si está siendo todo lo imparcial que crea que puede ser o no.
Yo no vengo aquí a aleccionar a nadie, yo no tengo ninguna intención de aleccionar a nadie.
Creo que se puede mostrar una opinión y no por eso se deja de ser objetivo a la hora de contar una noticia.
Lo que se ha criticado no es tu fichaje en sí por RTVE, sino por el rol que se te ha dado en la cadena. ¿Crees que es compatible que alguien que durante los últimos años se ha significado política e ideológicamente de forma tan clara como tú pueda asumir ahora un papel de moderador y ser creíble para los espectadores?
Pero si es que yo creo que el que me vea desde su casa ya sabe más o menos lo que yo puedo pensar.
No creo que vaya a sorprender a nadie eso.
Si RTVE fichase, por poner un ejemplo, a Marhuenda como presentador, ¿tú lo criticarías, o lo entenderías?
Es que a mí no me molesta que la gente me critique.
Cuento con esa crítica, no me molesta.
Cuando Urdaci presentaba informativos, ¿qué hacíamos? ¿Era objetivo o no era objetivo? ¿Se criticaba o no se criticaba? Bueno, pues si llega ese día en el que la gente me critica porque no he sido lo suficientemente imparcial, pues la asumiré con deportividad.
Marta Flich nos contó [en esta otra entrevista] que estaba tranquila, ya que había sintonía entre tú y ella al ser ambos progresistas. ¿Te habrías sentido a gusto si te hubieran puesto como copresentador o copresentadora a una persona manifiestamente conservadora?
Yo tengo amigos de todos los perfiles y me puedo sentir a gusto con gente de ideología distinta a la mía.
No soy nada sectario en ese sentido y no me importaría confrontar con alguien que tuviese una opinión distinta a la mía.
Que en este caso Marta y yo tengamos una manera más parecida de ver las cosas pues solo espero que ayude al programa y, sobre todo, a la química nuestra, que es lo que tiene que encajar y lo que tiene que percibir el público que está en su casa para seguir confiando en nosotros.

En una sociedad tan polarizada, ¿qué rasgo del carácter consideras que es el que permite la convivencia entre personas de diferente pensamiento?
La tolerancia seguro.
Pero es que no debemos pensar que todos los que compartimos este mundo tengamos que pensar de la misma manera.
Eso es imposible, entonces hay que intentarse llevar lo mejor posible.
Incluso los políticos se llevan mejor de lo que nos intentan vender.
Yo no tengo amigos solo de izquierdas o solo del Atlético de Madrid, sería cerrar el círculo de una manera poco inteligente.
Y luego, que yo creo que está bien mostrar otras ideas.
Habéis escuchado algunos nombres de tertulianos que ideológicamente no tendrán nada que ver conmigo y me parece estupendo que estén en esa mesa sentados y exponiendo sus argumentos.
Alba Carrillo dijo hace poco que si gobernase el PP y Vox, ella estaría fuera de RTVE. ¿Crees que si en algún momento esos partidos llegan al mando tú también estarás fuera de la cadena?
¿Tú crees que no? [Risas].
No lo sé. Yo dudo mucho que un Santiago Abascal de vicepresidente hubiera recurrido a mí para presentar las tardes de TVE.
¿Entonces reconoces que estás aquí porque está este gobierno?
No sé si es directamente una cuestión del gobierno.
Me extrañaría que Pedro Sánchez esté preocupado por esta historia.
Pero el que ha confiado en mí es José Pablo.
José Pablo y la producción del programa.
Esto es una realidad, vamos, no estoy descubriendo la pólvora.
Dudo mucho que un Santiago Abascal de vicepresidente hubiera recurrido a mí para presentar las tardes de TVE
Gonzalo Miró
Y por todas estas cuestiones, incluyendo esa incertidumbre sobre la duración que tendrá este proyecto por motivos políticos, ¿te dio vértigo aceptar la oferta?
El vértigo ha sido más sentimental que profesional.
El hecho de que me propusieran dar el salto para hacer algo que hacía muchísimos años que no hacía, pues para mí era una oportunidad que era muy difícil de rechazar.
Y a nivel personal, ¿cómo llevas los titulares en prensa o los comentarios en redes sociales sobre todo lo que dices en televisión? ¿Te afectan, o no estás pendiente de lo que se escribe o se dice?
Sí, sí lo veo.
Pero no me afecta demasiado. O sea, lo veo porque es un poco inevitable y porque no me hace daño.
Si lo llevase mal, a lo mejor intentaría evitarlo, pero no es el caso.
Hay de todo.
Hay cosas que me parecen normales, igual que hay cosas que se hacen virales que me parecen auténticas tristezas.
Pero eso no depende de mí e intento no preocuparme mucho por lo que no depende de mí.
Entre esas cosas, ¿te afecta o te preocupa que saquen detalles de tu vida personal como arma para desacreditarte? Por ejemplo, cuando sacaron a los de los sindicatos comiendo marisco o cuando le reprochan a Wyoming ser de izquierdas y tener tantos pisos…
No, porque entiendo que haya gente dispuesta a hacerlo y desde luego lo que le falta es originalidad.
No me dicen nada que no me hayan dicho ya desde hace muchísimos años.
Y con respecto a lo que dices, es que el nivel argumentario es muy bajo.
Quiero decir, yo creo en la redistribución de la riqueza y en que hay que pagar impuestos y que hay que apostar por lo público, y eso no significa que yo no pueda ganar dinero y gastármelo en lo que me dé la gana después de tributar.
Pero es que es un debate tan nimio y tan ridículo que son propios de mentes poco espabiladas.
Me entristece cuando la gente compra el discurso de meter a todos los políticos, ideologías y grupos en el mismo saco
Gonzalo Miró
¿Te preocupan las audiencias? ¿Te preocupa que ese hecho de haberse politizado tanto tu fichaje pueda provocar que una parte de la audiencia decida no verlo?
Eso es la democracia, ¿no? La democracia existe en las urnas y también en el mando de la tele.
Pues el que no nos quiera ver tiene otras opciones. Como he dicho, intento no preocuparme demasiado por las cosas que no dependen de mí.
Nunca he sido un loco de las audiencias.
También es cierto que nunca he tenido la responsabilidad que voy a tener ahora, ni la necesidad o la dependencia que voy a tener de ellas.
A partir de ahora podré experimentar si a las 7 u 8 de la mañana estoy como un loco viendo a ver qué sale o lo llevo con la tranquilidad como lo he llevado hasta ahora.
Pero que no obligamos a nadie a ver un canal de televisión.
Yo espero contar con la confianza de la gente porque vea en nosotros dos personas honestas con lo que están haciendo.
Independientemente de que tengan una ideología u otra.
¿Eres autocrítico? ¿Haces crítica constructiva con tus propias opiniones? ¿Cómo lo gestionas?
Sí, sí. Porque, ¿sabes qué pasa? Con la actualidad pasa mucho.
No eres un ordenador, entonces hay cosas que se te olvidan y que luego cuando ha pasado ya el momento caes.
Dices: “Me tenía que haber acordado de esto”.
Estas cosas, pues sí intentas trabajarlas, pero luego en pleno debate pues no es tan fácil.
¿Qué temas crees que van a marcar la agenda de la temporada?
La agenda de la temporada la va a marcar la política, sin duda. Todo, es que va a ser absolutamente todo.
Va a haber una batalla en el Congreso absolutamente cruel y esa honestidad que nosotros intentamos transmitir desde la mesa, sentados delante de una cámara, yo creo que es la que falta quizás a los grupos parlamentarios.
¿Y qué temas te cabrean a ti más? ¿Qué temas, al margen de la política, te indignan o te preocupan más?
Es que todo tiene que ver con la política.
Pero mira, me entristece cuando la gente compra el discurso de meter a todos los políticos, a todas las ideologías y a todos los grupos parlamentarios en el mismo saco.
Como si diera igual uno que otro.
No da igual, no da igual.
Eso es lo que se pretende que parezca.
Esa desilusión por la política porque todo es confrontación lo que busca precisamente es la desafección con la política.
Pero cuando tú ves los incendios, las colas en los hospitales, la falta de recursos en la educación pública…
Todo tiene que ver con la ideología, todo tiene que ver con la política y todo tiene que ver con la inversión que decide hacer un partido u otro.
Pero mira, hay una cosa, y lo intento decir objetivamente, que creo que no depende tanto de la ideología y sí de la burocracia de las administraciones, que es lo que tardan en llegar las ayudas a la gente que lo necesita.
Creo que no es una cuestión ni del PSOE ni del PP, sino del funcionamiento que hay.
Lo digo por lo que va a pasar a la hora de ayudar a la gente que ha sufrido los incendios, como pasó con la DANA o como en su día pasó con el volcán de La Palma, que todavía hay mucha gente que no ha recibido esas ayudas.
Yo creo que eso es un tema burocrático más que ideológico y eso sí me produce cierta indignación.
Es imposible que pasen los años y que esta gente todavía no haya recibido lo que les toca porque lo dice la ley.

Gonzalo Miró, en el plató de ‘Directo al grano’ RTVE
Hablando de esa desafección política y de cómo la gente mete a todos los políticos en el mismo saco, ¿crees que la televisión ha sido partícipe de ese proceso? En tu última etapa en Espejo Público, criticabas la falta de pluralidad en el programa. ¿Crees que tertulias como esa son cómplices de la desafección política que se vive en España?
Yo creo que los medios de comunicación tienen un papel muy relevante en lo que ocurre, desde luego, sí.
Y la audiencia creciente de Televisión Española también tiene que ver con que ha habido gente que necesitaba un sitio donde refugiarse.
Es la única manera de entenderlo.
Si no, no creces.
A lo mejor es que necesitaban poder ver otra cosa.
Son grupos empresariales que también tienen sus propios intereses. Es legítimo.
¿Y tú cómo te has sentido, por ejemplo, en Espejo Público siendo casi minoría dentro de ese grupo de tertulianos?
Y sin el casi. Yo tengo que agradecer que a mí siempre me han dejado opinar libremente y he podido decir lo que me ha dado la gana.
Sí es verdad que yo no marco la línea editorial, ni los temas que van en la escaleta, ni con quién estoy compartiendo plató.
Eso hace que el campo esté inclinado hacia un sitio, pero es verdad que yo no le puedo poner un pero a lo que ha sido el comportamiento que han tenido para conmigo.
La audiencia creciente de TVE también tiene que ver con que ha habido gente que necesitaba un sitio donde refugiarse
Gonzalo Miró
Decías antes que las críticas no te importaban porque sabías llevarlas bien. ¿Siempre ha sido así?
A ver, cuidado, depende de quién.
Me refería a las críticas lapidarias porque a alguien le caes mal y me dice lo que me dicen siempre, que estoy aquí por ser quien soy y todas esas historias… Eso no, porque no aporta nada.
Pero hay críticas constructivas que sí que hay que asumir y a las que hay que darle importancia porque te ayudan a mejorar.
¿Es algo que has trabajado yendo a terapia?
Yo he ido muchos años a terapia, cosa que creo que he dicho desde hace 20 años.
Pero no precisamente para trabajar eso, eran cosas bastante más personales. Pero ayuda mucho. A mí me ayuda mucho a conocerme a mí mismo.
Si Pilar Miró estuviera aquí presente y fuera testigo de la televisión actual, ¿qué crees que podría aportar?
Me criticaría constructivamente todos los días. Seguro. Y le haría mucho caso. [Risas].
¿Pero ella qué crees que podría aportar?
Mi madre, en un gobierno de mayoría absoluta, yo creo que demostró mucha imparcialidad.
Hasta el punto de que cuando intentaron machacarla con una injusticia como la que sufrió ella, en los Telediarios de TVE se trató el tema con absoluta normalidad.
Siendo ella la directora general no se ocultó el tema en la televisión.
Eso ya dice mucho de la responsabilidad que ella sentía de cara a la gente para contar lo que estaba pasando, incluso afectándole a ella en primera persona.
¿Es un ejemplo para ti ahora que estás al frente de un programa en la cadena que ella dirigió?
Sí, joder, pero ponerme el listón de mi madre es no llegar nunca al objetivo, puede ser muy frustrante.
Pero bueno, sí, es un ejemplo.