La historia de (des)amor de Telma Ortiz, hermana de Letizia, y Robert Gavin Bonnar: engaños, celos, misterio y una hija.
Telma Ortiz y Robert Gavin Bonnar se separan. La misteriosa historia del amor que cambió la vida de la hermana de la reina Letizia.
La vida íntima de Telma Ortiz (51 años) siempre ha despertado una enorme curiosidad.
La hermana de la reina Letizia ha sido muy hermética con todo lo relativo a esa parcela privada. Madre a los 30 años de su hija Amanda, fruto de su romance con Enrique Martín Llop.
La pareja se separaba con discreción poco después. En 2012, le dio el ‘sí, quiero’ a Jaime del Burgo en una ceremonia íntima y secreta que trascendió a los medios meses después.
La pareja se divorció dos años después y durante más de una década a Ortiz no se le volvió a conocer pareja. Una etapa que coincidió, además, con su huida de los medios.
La sorpresa fue máxima cuando en los Premios Princesa de Asturias de 2019, Telma acudió acompañada del abogado irlandés Robert Gavin Bonnar.
Una presentación en sociedad con la que la hermana de la Reina confirmó su romance a bombo y platillo. Estaba enamorada y quiso gritárselo al mundo.
Telma Ortiz y Robert Gavin Bonnar, se separan.
Durante estos años, Telma y Robert han disfrutado de una discreta relación.
La pareja se mudó a Madrid y allí formaron una familia con la llegada de su hija Erin, de cuatro años. Nada hacía presagiar el final de este romance de película.
Ha sido Paloma Barrientos quien comunicaba la información en ‘Vanitatis’ después de la extraña mudanza de Telma.
La última imagen que se tiene de la pareja es del pasado mes de enero cuando Jesús Ortiz reunió a toda su familia, incluida su ex mujer, Paloma Rocasolano, en su casa de Madrid para disfrutar de la tarde de reyes.
Muy sonrientes, en ese entonces nada hacía presagiar la contundente determinación que pocos meses después iban a tomar.
Haciendo gala de su discreción, se desconocen los motivos que les han llevado a separarse pero todo apunta a que ha sido de mutuo acuerdo y pretenden mantener una buena relación por el bienestar de la hija que tienen en común.
De la amistad al amor: la historia de Telma Ortiz y Robert Gavin Bonnar.
Lo suyo comenzó de manera inesperada durante un viaje a Andorra en 2016.
Allí se conocieron por un grupo de amigos en común. Robert, abogado irlandés, continuaba casado con la cantante Sharon Corr, pero su conexión con Telma fue instantánea.
Su amistad continuó durante años hasta que el abogado y la cantante decidieron poner fin a su matrimonio, dando vía libre a un romance que saldría a la luz en 2019 después de meses de rumores.
Poco después, Telma decidió mudarse a Madrid para comenzar una nueva vida junto a Robert.
Allí formaron un hogar en el que se integraron Amanda, la hija mayor de Telma, y los hijos que él tuvo en su anterior matrimonio.
Dos años más tarde, la pareja ponía el broche de oro a su historia de amor con el nacimiento de su hija Erin.
Un amor salpicado por la polémica y el escándalo.
Aunque tanto Telma como Robert intentaron vivir su amor con discreción, fue Sharon Corr, ex mujer del abogado, quien no dudó en destapar la caja de Pandora al señalar directamente a la hermana de la reina Letizia como la culpable de haber roto su familia.
Un tsunami mediático que vivió su momento más álgido cuando la artista le dedicó una canción.
La música fue terapia para la integrante de The Corrs y en su último trabajo volcó sus sentimientos después de “descubrir que su pareja no era la persona que aparentaba ser”.
“Me sentía como un volcán en erupción”, reconocía sobre el día en el que su romance salió a la luz.
Y es que, según ella, no solo sufrió la “traición” de su marido sino también de la que creía que era su amiga.
En sus declaraciones dejaba entrever que le costaba aceptar la rapidez con la que Robert había rehecho su vida y el papel que Telma empezó a desempeñar en el día a día de sus hijos.
Durante un tiempo, el distanciamiento fue evidente: Sharon trasladó su residencia a España, donde inició una vida más independiente, mientras Robert y Telma formaban un nuevo hogar en Madrid.
La situación generó tensiones, reflejadas en las letras del disco que Sharon lanzó en solitario, en las que plasmaba sentimientos de traición, desilusión y pérdida.
Con el paso de los años, aunque la herida inicial dejó marca, Sharon y Robert han ido encontrando una forma de entendimiento por el bienestar de sus hijos.
Aunque no mantienen una relación cercana ni especialmente cordial, han aprendido a coexistir en lo esencial, priorizando el amor incondicional hacia sus hijos.
La relación entre Sharon y Telma sigue siendo distante, pero ha prevalecido la necesidad de mantener cierta paz familiar.