A la hija de Teresa Campos le está pasando factura su guerra mediática con Mar Flores y no ayuda que ahora salgan a la luz las verdades que llevaban soterradas siglos en los mentideros del corazón…

Terelu Campos, con mala cara en el hospital en mitad de su guerra mediática con Mar Flores… a su pesar

Se ha dicho ya un poco de todo del famoso posado familiar en el 60 cumpleaños de Terelu Campos con su hija Alejandra Rubio, su yerno Carlo Costanzia y su consuegro Carlo Costanzia de Costiglione.

Que si fue idea de Carlo, que si no tuvo más remedio, que si fue un accidente… el caso es que la foto de marras fue un claro posicionamiento a favor del padre justo cuando la madre, Mar Flores, había arremetido dura y gravemente contra su ex en sus memorias, Mar en Calma.

No está claro si Terelu calibró del todo bien lo que iba a suceder tras el denominado “posado de la venganza” pero desde entonces se ha organizado una tormenta que le ha salpicado directamente y de la que no termina de poder salir.

Maribel Fernández

La propia Flores reconoció en la presentación de su libro que no le había gustado ni un pelo la imagen de Campos con Costanzia di Costiglione.

La aludida se defendió como pudo en De Viernes pidiendo a su consuegra que no la meta en una batalla en la que no tiene absolutamente nada que ver: “Yo soy una persona muy respetuosa e intento hacer lo que me piden, pero no solo soy una persona respetuosa, si no que soy una persona muy respetable porque yo me he ganado  el respeto en mi profesión.

Esta no es mi guerra, yo no tengo absolutamente nada que ver con todo esto y mi hija tampoco.

Yo no he publicado un libro ni me he sentado en un programa de televisión, yo solo he dado exclusivas hablando de mí.

¿Me piden silencio? Yo lo cumplo, pero que no se juegue con mi silencio”, se quejó muy dolida.

Sara Conde

Horas después Terelu reapareció ante las cámaras muy seria y con no muy buen aspecto en el hospital en el que tanto ella como el resto del clan Campos tienen a sus médicos de confianza.

Tras varias horas en el interior, la presentadora abandonó el centro acompañada por un miembro de seguridad, un informe en la mano y muy mala cara: “Me gustaría tener un poco de intimidad en un hospital, gracias”, se limió a señalar cortante a los reporteros que la esperaban a la salida.

Claro que a juzgar por la parrilla de este lunes si lo que quiere la hija mayor de Teresa Campos es que se deje de hablar de su guerra con Mar Flores no parece que sus deseos vayan a ser respetados. Sin ir más lejos, en el primer programa de la semana de Vamos a Ver su hija Alejandra Rubio tuvo que soportar que le dijeran a la cara lo que se lleva diciendo en los mentideros del corazón desde hace siglos.

Fue la veterana Cristina Tárrega la que se lo soltó cuando Rubio defendía que su madre no tendría ningún problema en juntarse con la modelo: “Mar si tiene algún problema y me consta.

Hace muchos años que no puede con ella y que no tiene ningún feeling ni le interesa. Hace muchos años, tantos que ni habías nacido tú”, aseguró la colaboradora.

No fue la única porque horas después María Patiño reforzó esta hipótesis desde el pisito de No somos Nadie de TEN asegurando que “Mar Flores exigió desde el principio no coincidir con Terelu ni en la casa ni en el hospital y es cierto que Terelu por cariño a su hija y por no querer crear conflicto, cedió”.

Lo que está más o menos claro es que el tema interesa al respetable público y mientras sea así puede que Terelu tenga que seguir aguantando la presión.

No en vano este lunes tanto Vamos a Ver como No somos Nadie subieron sus respectivas cifras de audiencia.

El matinal de Telecinco hasta registrar un 10.4% de share y 704.000 espectadores (sus datos combinados más altos desde el 9 de septiembre) y el vespertino de TEN hasta lograr un 1.8% y 146.000 (sus mejores de los últimos cuatro días).