Lara Ferreiro, psicóloga: ‘Para la princesa Leonor, hacer esto puede generar una ansiedad muy alta’
Una experta señala qué puede provocar en la princesa Leonor el papel que desempeñe en los próximos días
Para la princesa Leonor, el mes de octubre representa uno de los meses de mayor carga institucional.
En cuestión de pocos días, la heredera debe cumplir con una serie de compromisos donde la Familia Real desempeña un papel fundamental.
En este sentido, hay algo que en la princesa “puede generar una ansiedad muy alta”.
Así lo afirma una experta que pone de relieve la presión que supone para Leonor participar en determinados eventos.
Recordemos que la heredera tan solo tiene 19 años y que cada vez está asumiendo un mayor papel en la Corona.
No obstante, de no gestionarse adecuadamente, Leonor podría acabar sufriendo las consecuencias de tanta exposición y responsabilidad.

El mes más complicado para la princesa Leonor
El mes de octubre se presenta como un período crucial para la princesa Leonor.
La joven heredera se enfrenta a un calendario repleto de compromisos y eventos que podrían generar una considerable presión.
La agenda de la Familia Real, especialmente en este mes, es intensa.
El desfile del 12 de octubre, una fecha emblemática para España, podría ser un punto de inflexión.
La participación de Leonor en este acto solemne, junto a los reyes, es un claro indicativo de su creciente protagonismo.
Sin embargo, la exposición pública y la responsabilidad inherente a este evento podrían desencadenar una tensión considerable.
Así lo afirma Lara Ferreiro, una psicóloga experta que pone el foco en los efectos que puede tener en la princesa participar en el desfile.
“Para la princesa Leonor, hacer esto puede generar una ansiedad muy alta”, advierte. Imaginemos la escena: miles de ojos observando cada gesto, cada movimiento, no es de extrañar que la heredera acabe padeciendo inquietud y angustia.
Octubre ya de por sí es un mes cargado de eventos emotivos y políticamente relevantes para la Familia Real.
La princesa enfrenta desfiles, recepciones, ceremonias y actos institucionales que demandan una combinación de protocolo, presencia y solemnidad.
Además, en relación con el Día de la Hispanidad, llevar el uniforme militar ya añade un extra de disciplina y autocontrol casi constante.
No hay que olvidar que la princesa Leonor solo tiene 19 años y, aunque toda su vida ha estado preparándose para esto, hay demasiada carga.
“Al desfilar con el uniforme puede sentir la carga simbólica de estar encarnando un deber que la sobrepasa para su edad”, explica Ferreiro.
Los efectos a los que podría enfrentarse la princesa Leonor
Además del desfile, se suceden otros actos oficiales de especial relevancia para la Familia Real como los Premios Princesa de Asturias.
Unos premios que este año son muy especiales, pues la princesa Leonor soportará todo el peso de la ceremonia.
Ella será la única y gran protagonista, arropada desde la tribuna por sus padres y hermana.
Esta nueva responsabilidad asumida pocos días después de la celebración del 12 de octubre podría sumir a Leonor en un estado de nervios.
Esta acumulación de eventos podría generar lo que los expertos como Lara Ferreiro califican de “disonancia emocional”.
Un momento donde la princesa ya no sepa si es “la Leonor privada o la Princesa de Asturias”.

Sobre todo, porque se encuentra en una edad donde la madurez se entremezcla con el final de la adolescencia.
En su caso, este cambio de etapa es más abrupto, pues debe afrontar responsabilidades que nadie de su edad debe cumplir.
“Leonor no puede vivir esta etapa con la misma libertad que sus coetáneos, lo que puede generar muchísima frustración”, explica.
Quizás para aliviar un poco la presión, se ha decidido que este año la princesa Leonor no participe en el desfile del 12 de octubre.
Sí estará en la tribuna junto al resto de la Familia Real, pero no acompañará a sus compañeros de academia.