Las fotos privadas del rey Felipe en Nueva York que confirman lo que muchos sospechan
El viaje del rey Felipe VI a Estados Unidos ha dejado momentos destacados que reflejan tanto su papel institucional como el personal
Nueva York se ha convertido estos días en el epicentro de la agenda internacional de Felipe VI.
El monarca llegó a la ciudad para representar a España en la Asamblea General de la ONU, donde se conmemora el aniversario de la organización fundada tras la Segunda Guerra Mundial.
El jefe del Estado participó en diversos actos en Nueva York para reivindicar el papel de Naciones Unidas.
Con un discurso firme resaltó la importancia del multilateralismo como herramienta esencial para enfrentar los desafíos globales.
La defensa del multilateralismo en la ONU
Felipe VI intervino en la sede de Naciones Unidas en un momento cargado de simbolismo para España y la comunidad internacional.
En su discurso aseguró que el mundo vive un “momento crucial que no admite vacilaciones” y que requiere un compromiso firme.
Subrayó que el orden internacional debe basarse en el respeto a las normas y en la cooperación entre estados.
El monarca recordó que la ONU surgió tras la guerra más devastadora del siglo XX como un pacto entre naciones para proteger la paz y la seguridad.
Afirmó que honrar ese compromiso no es mirar atrás, sino actuar en el presente con firmeza frente a los retos que amenazan la estabilidad.
Añadió que España mantiene intacta su vocación de colaborar en la defensa de esos principios universales.
Durante su estancia, Felipe VI también quiso agradecer la labor de los funcionarios españoles destinados en Naciones Unidas.
Subrayó la importancia de su trabajo silencioso en la promoción del multilateralismo y en el cumplimiento de los compromisos internacionales.
El rey afirmó que “España también late en esta ciudad global que es Nueva York”, dirigiéndose a la colectividad española.
Un rey cercano a los ciudadanos
Las imágenes de la visita a Nueva York mostraron el lado más cercano y humano del monarca español en encuentros con la comunidad.
Felipe VI se detuvo a saludar a compatriotas que residen en la ciudad, posó en fotografías y escuchó con atención sus inquietudes.
Estos gestos fueron interpretados como prueba de un carácter amable y accesible.
La colectividad española en Estados Unidos supera las 200.000 personas y cerca de 43.000 viven en Nueva York, según recordó el propio rey.
Por ello, su presencia en la misión permanente de España ante la ONU tuvo un fuerte valor simbólico y emocional.
El monarca quiso transmitirles que mantienen viva la identidad nacional más allá de las fronteras.
Felipe VI consolidó con estas escenas una imagen de proximidad que muchos destacan desde su proclamación en 2014.
En esta ocasión, las fotos privadas captadas en la ciudad confirmaron lo que muchos sospechan sobre su estilo de reinar.
Su capacidad para combinar el rigor institucional con la cercanía personal es valorada incluso por críticos de la monarquía.
El encuentro que nunca se produjo
El viaje del monarca a Nueva York coincidió con la visita de su padre, Juan Carlos I, que participaba en un campeonato mundial de vela.
Padre e hijo estuvieron en la misma ciudad y en horarios cercanos, aunque todo indica que no hubo encuentro entre ambos. Esta ausencia volvió a alimentar rumores sobre la frialdad de su relación.
Mientras Felipe VI asistía a reuniones internacionales y preparaba su discurso en Naciones Unidas, el emérito se concentraba en la regata.
Juan Carlos I, de 87 años, se mostró sonriente en Oyster Bay con el trofeo que lleva su nombre, la Copa Rey Juan Carlos.
El contraste entre las agendas volvió a resaltar sus trayectorias paralelas.
Las fotos privadas difundidas durante esos días no muestran ningún cruce entre padre e hijo. Esta circunstancia ha reavivado los rumores de distancia entre ambos.