Un desmayo, preocupación y mucha complicidad: todas las imágenes de la visita de Leonor, Letizia y Felipe a Olite y Tudela.

 

 

 

 

 

La heredera al trono, acompañada por los monarcas, ha cerrado su viaje a Navarra con gestos históricos, momentos de cercanía y una inesperada incidencia en Tudela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La segunda jornada de los Reyes y la princesa Leonor (19 años) en Navarra ha dado para mucho.

 

 

Después de una primera etapa intensa marcada por la emoción en Viana y el recogimiento en Leyre, la Familia Real ha culminado su recorrido en Olite y Tudela, dos enclaves que han vuelto a poner en valor el vínculo entre la Corona y la Comunidad Foral.

 

 

Un día repleto de momentos para el recuerdo, desde gestos maternales hasta escenas de historia viva y un pequeño susto en plena plaza.

 

 

 

Con una agenda tan densa como simbólica, la visita ha tenido algo de viaje iniciático.

 

 

En Olite, la heredera ha caminado por los salones del palacio gótico levantado por Carlos IIIel Noble, el mismo que instituyó el título de Princesa de Viana.

 

 

“La princesa sigue su camino de conocer cada día más y mejor esta tierra y su pueblo”, dejaba escrito Felipe VI (57 años), acompañado por doña Letizia (53 años), en el libro de oro del Gobierno de Navarra.

 

 

Y, a tenor de las imágenes, ese camino lo ha emprendido con ilusión y rodeada de un cariño palpable.

 

 

 

 

 

Olite se vuelca con la heredera en una visita cargada de historia.

 

 

 

A las puertas del castillo, una multitud aguardaba a los tres miembros de la Familia Real, que han llegado alrededor de las 10:30 de la mañana.

 

 

La Reina y su hija han sido las primeras en agradecer la presencia de una bandera asturiana entre los asistentes, gesto que no pasó desapercibido.

 

 

Hubo saludos, fotos y una parada especial con los alumnos del Colegio Príncipe de Viana, quienes les han entregado cartas y manualidades con motivo del 600 aniversario de la muerte de Carlos III.

 

 

La heredera, relajada y sonriente, ha vestido un pantalón blanco de tiro alto, deportivas y blazer de raya diplomático. Comodidad con tono institucional.

 

 

 

 

 

Una vez dentro, Leonor, sus padres y las autoridades han recorrido el jardín de la Reina y algunas de las siete torres que componen este palacio de cuento.

 

 

Gracias a unas gafas de realidad virtual, la joven ha podido ‘viajar’ al siglo XV y descubrir los avances arquitectónicos que sus antepasados llevaron hasta este rincón de Navarra.

 

 

Desde tuberías de plomo, una “nevera” de nieve y una corte que incluía desde jaurías de caza hasta músicos, bufones y leones.

 

 

Una visita pensada para unir pasado y presente a través de la figura de la heredera.

 

 

 

 

 

 

Tudela recibe a la Familia Real entre vítores, calor popular y un pequeño susto.

 

 

 

Pasadas las 12:50, los Reyes y su hija han aterrizado en Tudela, donde también les aguardaba un ambiente festivo.

 

 

Desde el balcón del Ayuntamiento han saludado entre vítores a una plaza repleta.

 

 

No han faltado los detalles locales, como una hogaza de pan de nueve kilos o una cinta de la Virgen del Pilar ofrecida con emoción.

 

 

Por contra, ala salida del consistorio se ha vivido uno de los momentos más inesperados de la jornada.

 

 

Una mujer se ha desvanecido frente a la puerta. Los monarcas y la princesa se han detenido al instante, mostrando su “preocupación e interés por ver cómo se encontraba la mujer, que ha sido trasladada en una ambulancia”, según ha informado el ‘Diario de Navarra’.

 

 

 

 

 

El gesto de los tres, atentos y humanos, ha sido captado por numerosos testigos. Una reacción espontánea que resume bien el tono cercano de este viaje.

 

 

Tras asegurarse del estado de la mujer, han continuado su ruta hasta el Palacio del Marqués de San Adrián, sede de la UNED, donde Leonor ha mantenido un encuentro con jóvenes de distintos ámbitos, desde la música y el deporte hasta la investigación o la agricultura.

 

 

 

 

 

 

El broche final a dos días marcados por la emoción y la conexión con Navarra.

 

 

La dedicatoria de los Reyes en Tudela, sencilla y sentida, ha resumido bien el espíritu de esta visita.

 

 

“Nos alegra especialmente esta visita a Tudela por ser la primera vez que la princesa Leonor, nuestra hija y Heredera visita Navarra como Princesa de Viana.

 

 

Gracias por vuestra acogida en esta ocasión tan simbólica y emotiva”. Dos frases que refuerzan el peso institucional y sentimental del recorrido.