El terremoto político que sacude Andalucía: Juanma Moreno rompe su silencio y da el paso más arriesgado de su carrera para intentar contener el escándalo del cáncer que pone a su Gobierno contra las cuerdas.(NQ)

Moreno intenta frenar el escándalo de los cribados de cáncer con el cese de su consejera de Sanidad.

 

 

 

 

“Lo difícil de entender es que hayan tenido que ser las afectadas las que adviertan del problema. No hay excusas. Otros quizás las pondrían. Nosotros no lo vamos a hacer. Actuamos”, afirma el presidente.

 

 

 

 

 

 

 

 

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), ha cesado a su consejera de Salud, Rocío Hernández, por la crisis de los cribados de cáncer.

 

 

 

Después de que una multitud arropara, tras varios días de presión, a las mujeres afectadas por los retrasos en los diagnósticos y reclamara este miércoles por la tarde ante la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) responsabilidades, el presidente compareció a las 20.30 en una intervención institucional, que se puede consultar completa aquí.

 

 

 

Dijo Moreno: “Esta tarde, he aceptado la dimisión de la consejera”. Luego, el presidente de la Junta agregó: “Ella ha gestionado como todos, con errores y aciertos y honestidad y entrega fuera de cualquier duda.

 

 

El SAS es uno de los mayores [sistemas de salud] de Europa.

 

 

Cada día se hacen miles de actos médicos. Resulta comprensible que en un sistema tan complejo es haya errores, incidencias.

 

 

Lo difícil de entender es que hayan tenido que ser las afectadas las que adviertan del problema.

 

 

No hay excusas. Otros quizás las pondrían. Nosotros no lo vamos a hacer. Actuamos”.

 

 

 

“Es una mujer que ha dedicado toda su vida a la sanidad y el ultimo año, al servicio público en una de las responsabilidades más [importantes], como es dirigir el sistema público de salud más grande de toda España, que es el de Andalucía”, la glosó brevemente Moreno.

 

 

El presidente anunció, además, “del cambio en la consejería”, una “renovación profunda del sistema sanitario“.

 

 

“Auditaremos y cambiaremos —manifestó Moreno— todo aquello que no funciona en esa estructura organizativa.

 

 

La sanidad pública es uno de los pilares de nuestro Estado del Bienestar.

 

 

Soy consciente de las dificultades y vamos a seguir trabajando con rigor, seriedad y sensatez.

 

 

Termino apelando a la confianza, que debemos tener en nuestro sistema sanitario público. Hay más recursos [que antes] aunque siempre hacen falta más recursos”.

 

 

El escándalo en los cribados de cáncer llega en un momento en que el estado de la sanidad pública en Andalucía se ha convertido en una prioridad para la ciudadanía. Es decir, que llueve sobre mojado.

 

 

En el último barómetro del centro de estudios andaluces, de junio pasado, el 16,1% de los encuestados respondió de manera espontánea que el principal problema que existe en la Comunidad Autónoma era la sanidad, solo superado por la endémica falta de trabajo y el paro, que citaba un 19,3%.

 

 

 

Moreno, muy poco amigo de hacer cambios en el Gobierno, amante de la estabilidad, habrá tenido ya, cuando anuncie al sucesor de Hernández, cuatro consejeros de Salud en los casi siete años que lleva como presidente.

 

 

Este dato da una medida de los problemas que tiene el sistema.

 

 

 

La crisis de los cribados es, para mareas, expertos y sindicatos “la punta del iceberg” del deterioro profundo del sistema público sanitario en Andalucía.

 

 

El problema de las mujeres afectadas por los fallos en los diagnósticos, que tras días de confusión y de mensajes dudosos, el Gobierno andaluz ha localizado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, es muy comprensible por cualquiera y ha generado honda preocupación entre las usuarias del programa y entre las mujeres en general.

 

 

 

El anuncio de demandas y querellas y el goteo de casos, que no para de crecer, han llevado a Moreno Bonilla a tomar una decisión que había rechazado tomar antes.

 

 

Esta misma tarde, se escucharon gritos de dimisión dirigidos al propio presidente, que hasta ahora había logrado esquivar personalmente el desgaste por los problemas de la sanidad, en una concentración multitudinaria en Sevilla.

 

 

 

La presión, la difusión de testimonios y el conocimiento de que 2.000 mujeres han estado desamparadas, aunque, según Salud, en el 98% de los casos sus diagnósticos no concluyentes no suponen riesgos para ellas, ha generado una ola y una polvareda política como no se veía hace tiempo en Andalucía.

 

 

 

Moreno Bonilla, quien ha pedido disculpas por estos casos, sabe bien que el deterioro del sistema sanitario público es un factor político de primer orden, que ya fue decisivo en su propia llegada al Gobierno andaluz.

 

 

En su retina y en la de los andaluces aún están las grandes manifestaciones que recorrieron la Comunidad en los años de Susana Díaz (PSOE) al frente del Ejecutivo.

 

 

Está por ver aún el efecto de esta dimisión, porque los problemas, según analizan expertos, mareas y sanitarios, son profundos.

 

 

“Es una nueva oportunidad que tiene Moreno Bonilla de revertir la delicadísima situación de nuestro sistema sanitario y de intentar arreglar el desaguisado que han hecho las anteriores consejeras con el consentimiento del presidente”, afirma Antonio Macías, del sindicato UGT.

 

 

 

La antecesora de Hernández en Salud, es Catalina García y Moreno Bonilla la reubicó al frente de la Consejería de Sostenibilidad en julio de 2024 ante la contestación social que su gestión había generado.

 

 

Es decir, que García, a quien también apuntan las afectadas por los retrasos en los diagnósticos, sigue aún hoy en el Ejecutivo, pero en otro departamento.

 

 

La oposición apunta al presidente.

 

 

 

Para la oposición, el cese no es suficiente, porque, argumentan, el problema es el modelo del PP y el propio presidente.

 

 

Así, la portavoz del PSOE, María Márquez, reaccionó al cese con un mensaje en redes sociales, en el que expresó lo siguiente: “Moreno Bonilla en una comparecencia plagada de mentiras sigue culpando a las mujeres, a los profesionales sanitarios y a los gobiernos anteriores.

 

 

No nos vale la dimisión de la consejera, hoy el grito de las andaluzas en las calles es que se vaya usted, señor MorenoEl daño es irreparable“.

 

 

 

Para Toni Valero, coordinador de IU en Andalucía “Moreno Bonilla ha hecho un Mazón”. “Miente —afirmó Valero—, no asume su responsabilidad y se hace el afectado. Los cobardes siempre escurren el bulto.

 

 

 

El problema no se circunscribe a un hospital de Sevilla ni a un protocolo.

 

 

El problema es fruto del desmantelamiento de la sanidad pública y afecta a todos los hospitales de Andalucía.

 

 

La gestión de Moreno da miedo y genera inseguridad. Solo le importa su futuro y le dan igual las víctimas de su gestión”.

 

 

José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía consideró tras el cese: “Vamos a por la cuarta consejera.

 

 

Si las anteriores no pudieron arreglar el problema de la sanidad, ¿Por qué lo va a arreglar la cuarta? El problema es el PP y el modelo sanitario de Moreno Bonilla.

 

 

Llevan años privatizando la sanidad pública. Esto es la punta del iceberg de lo que están Lo que hace falta es un modelo sanitario radicalmente diferente que no mande ni un euro de dinero público a la sanidad privada”.

 

 

 

Raquel Martínez, secretaria general de Podemos en Andalucía, manifestó: “Es cierto que esta consejera era particularmente distante y fría.

 

 

Es cierto que aquí el problema es el modelo de gestión, que es modelo del PP. Moreno Bonilla quiere que todos nos hagamos un seguro privado”.

 

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