Related Posts
Incluso Paloma del Río se detuvo. En medio de la mordaz acusación de 233 páginas contra el Fiscal General, señaló siete palabras: siete palabras que sacudían toda la historia. Nadie las esperaba. Nadie se atrevió a explicarlas. Pero todos sabían que esas siete palabras eran las que mantenían a Madrid despierto por las noches.
Ni un juez. Ni un político. Fue el periodista de investigación Ernesto Ekaizer quien silenció a todo el estudio. Tras leer el veredicto del Fiscal General, cerró el documento abruptamente y pronunció una sola frase, una frase tan contundente que sacudió a todo el poder judicial español. ¿Una pregunta? ¿O una advertencia? Nadie lo sabía con certeza. Lo único cierto era que, a partir de ese momento, estalló un intenso debate que se extendió por partidos políticos, redacciones e incluso dentro del propio poder judicial. Y lo más aterrador: todos comprendieron que se refería a algo más grave… pero nadie se atrevió a expresarlo.
Repubblica nell’occhio del ciclone: la mossa di Elkann azzera tutto, redazione nel caos, fratture interne – ecco la verità che nessuno osa raccontare
È successo in pochi istanti, ma sembra ancora risuonare. Schlein domina la scena, incalza, spinge: il suo ritmo è costante, quasi sicuro. Poi Meloni interviene. Nessun urlo, nessuna teatralità, solo una frase netta che spezza il flusso e lascia una pausa sospesa nell’aria. Le telecamere catturano il volto teso, gli occhi fermi, quella frazione di secondo in cui tutto cambia. Il pubblico non reagisce subito — come se servisse tempo per capire. Schlein resta immobile, le parole si inceppano. Cosa conteneva quella risposta?|KF
El reciente fallo sobre García Ortiz ha conmocionado tanto al poder judicial como a los medios de comunicación. Con una sola decisión, se acusa al Tribunal Supremo de quebrantar los cimientos de la democracia: las instituciones, el derecho a la información e incluso el principio de presunción de inocencia. Algunos expertos lo han calificado de “sorpresa sin precedentes”. Y ahora, todas las miradas están puestas en las verdaderas consecuencias de este veredicto.