La guerra televisiva de octubre fue inesperada: un duelo entre las cadenas que dejó ganadores, perdedores… y una pregunta sin respuesta. Todo el mes fue una guerra silenciosa. Se calculaba el precio de cada acción, se analizaba cada minuto, cada noche era más tensa que la anterior. Antena 3 jugó sus cartas con absoluta precisión, mientras que La 1 intentaba recuperar posiciones perdidas que parecían imposibles de recuperar. Y Telecinco… simplemente nunca despegó. Las cifras no mienten, pero lo que sucedió entre bastidores fue realmente asombroso. Estrategias secretas, giros inesperados y decisiones audaces. ¿Por qué ascienden los ganadores… y se hunden los perdedores?