Esta mujer firma uno de los mensajes más rotundos que se han escuchado: va dedicado a todos los que añoran el franquismo.

 

 

 

La jubilada Maribel Mesón estuvo este sábado en ‘laSexta Xplica’.

 

 

 

 

 

 

La televisión española fue testigo este fin de semana de uno de los discursos más contundentes y emocionantes que se han escuchado en los últimos tiempos sobre la memoria democrática y el peligro de la nostalgia franquista.

 

 

En el programa “laSexta Xplica”, emitido el sábado 6 de diciembre, la jubilada Maribel Mesón se convirtió en protagonista al reivindicar la vigencia de la democracia y advertir sobre los riesgos de olvidar el pasado reciente de España.

 

 

Su intervención, aplaudida por miles de espectadores y viralizada en redes sociales, ha puesto de nuevo en primer plano el debate sobre la memoria histórica y la responsabilidad colectiva en la defensa de los valores democráticos.

 

 

 

El contexto no podía ser más simbólico: España celebraba el 47º aniversario de la aprobación de la Constitución de 1978, el texto que marcó el final de la dictadura franquista y el inicio de una nueva etapa de libertades, derechos y convivencia.

 

 

Para Maribel Mesón, como para tantos españoles de su generación, la memoria de aquel periodo oscuro no es una cuestión abstracta ni lejana, sino una vivencia directa marcada por el sufrimiento, la represión y la lucha por los derechos fundamentales.

 

 

La intervención de Maribel Mesón en “laSexta Xplica” fue mucho más que una opinión: fue un testimonio vital y una llamada de atención a quienes, desde la comodidad del presente, minimizan el impacto de cuarenta años de dictadura o incluso expresan nostalgia por el franquismo.

 

 

“Hace 47 años que se pactó la democracia en este país. Franco no solamente no nos dio de comer, sino que nos encarceló.

 

 

Hay muchos miles de muertos en las cunetas y muchísima gente de mi edad ha estado en la cárcel azotada por defender los derechos de los trabajadores y de los ciudadanos”, afirmó la jubilada, con la voz firme y la emoción contenida.

 

 

Sus palabras resonaron especialmente en un momento en que el debate político y social español se ve marcado por la polarización y el auge de discursos revisionistas que cuestionan los consensos alcanzados durante la Transición.

 

 

Maribel Mesón recordó que la democracia no fue un regalo, sino el fruto de la lucha y el sacrificio de miles de personas que enfrentaron la represión franquista y defendieron los derechos de todos.

 

 

“Que tenga que escuchar a gente de la derecha, en estos momentos y tras haber pasado una dictadura de 40 años, me parece horroroso.

 

 

No solamente eso, todos tenemos un peligro y todos tenemos culpa”, añadió, subrayando la necesidad de asumir la responsabilidad colectiva en la defensa de la democracia.

 

 

Uno de los puntos más críticos del discurso de Mesón fue la denuncia de la falta de memoria histórica en el sistema educativo español.

 

 

“En las escuelas, en los institutos y en las universidades no se ha dado la memoria histórica”, lamentó, señalando que el desconocimiento del pasado reciente es una de las causas de la persistencia de discursos nostálgicos y del riesgo de repetir errores históricos.

 

 

 

La frase “un pueblo que no ha hecho historia está obligado a repetirla” sintetiza la preocupación de quienes advierten sobre el peligro de olvidar el sufrimiento, la represión y la falta de libertades vividas bajo el franquismo.

 

 

Para Mesón, la democracia es un bien frágil que debe ser cuidado y defendido día a día. “Lo dije una vez, que a la democracia hay que regarla todos los días.

 

 

Si no se la riega, se muere. Y de estos barros vienen estos lodos”, subrayó, estableciendo un paralelismo entre la falta de memoria y la aparición de movimientos que amenazan los valores democráticos.

 

 

El momento más emotivo y rotundo de la intervención de Maribel Mesón llegó al final, cuando dirigió un mensaje directo a quienes añoran el franquismo o piden el retorno de un régimen autoritario.

 

 

“Chicos, que no os toque un dictador en vuestra vida porque os vais a acordar toda la vida. Y gracias a los que hemos luchado, a los que estamos aquí, a los que salimos por la sanidad, por la educación, por los derechos y por los colegios públicos, hay un país todavía democrático”.

 

 

 

Su mensaje es un recordatorio de que la democracia, los derechos sociales y las libertades públicas no son conquistas irreversibles, sino logros que pueden perderse si no se defienden activamente.

 

 

La experiencia de quienes vivieron la dictadura, sufrieron la represión y lucharon por la democracia es un patrimonio colectivo que debe ser transmitido a las nuevas generaciones para evitar el retorno de la intolerancia y el autoritarismo.

 

 

La intervención de Maribel Mesón ha tenido un impacto notable en la opinión pública y en el debate político.

 

 

En un país donde la memoria histórica sigue siendo objeto de polémica y enfrentamiento, su testimonio ha servido para recordar la importancia de la verdad, la justicia y la reparación como fundamentos de una convivencia democrática sólida.

 

 

La viralización de sus palabras en redes sociales y la repercusión mediática han puesto de manifiesto la necesidad de abordar de manera más decidida la enseñanza de la historia reciente en las escuelas y de promover políticas públicas que reconozcan el sufrimiento de las víctimas del franquismo.

 

 

Numerosos usuarios han destacado la valentía de Mesón y han reclamado que su mensaje se escuche en todos los ámbitos, desde el Parlamento hasta las aulas.

 

 

 

El debate sobre la memoria histórica no es solo una cuestión de justicia para las víctimas, sino una garantía de que el pasado no se repita y de que las nuevas generaciones comprendan el valor de la democracia y los riesgos de la intolerancia.

 

 

La experiencia de Mesón y de tantos otros que vivieron la dictadura es un recurso imprescindible para construir una sociedad más justa, plural y comprometida con los derechos humanos.

 

 

El mensaje de Maribel Mesón trasciende la anécdota televisiva y se convierte en una reflexión sobre la naturaleza de la democracia.

 

 

“A la democracia hay que regarla todos los días”, insistió, recordando que la participación ciudadana, la defensa de los servicios públicos y el compromiso con los derechos sociales son pilares fundamentales para evitar el retroceso y la aparición de movimientos autoritarios.

 

 

En tiempos de incertidumbre y polarización, la voz de quienes vivieron la dictadura y lucharon por la libertad es más necesaria que nunca.

 

 

La democracia española, nacida del consenso y del sacrificio de miles de ciudadanos, sigue enfrentándose a desafíos que requieren unidad, memoria y responsabilidad.

 

 

La intervención de Maribel Mesón en “laSexta Xplica” es mucho más que un testimonio personal: es una llamada de atención colectiva sobre los riesgos de la nostalgia franquista, la importancia de la memoria histórica y la necesidad de defender la democracia como tarea cotidiana.

 

 

Su mensaje, dirigido a quienes minimizan el sufrimiento y la represión vividos bajo el franquismo, es un recordatorio de que la libertad, los derechos sociales y la justicia no son conquistas garantizadas, sino logros que pueden perderse si no se protegen.

 

 

En el aniversario de la Constitución, la voz de Mesón se alza como símbolo de la memoria democrática y de la responsabilidad de todos los ciudadanos en la construcción de un país más justo y libre.

 

 

Escuchar y aprender de quienes vivieron el pasado es el mejor antídoto contra el olvido y la mejor garantía de que la historia no se repita. Porque, como ella misma dijo, “si no se la riega, la democracia se muere”. Y de esos barros, vienen estos lodos.