La hermana de la reina Letizia, Telma Ortiz, ha decidido poner punto final a su matrimonio con el abogado Robert Gavin Bonnar, en una separación que ha generado un auténtico terremoto mediático y una ola de especulaciones dentro y fuera de la Casa Real española.
Según fuentes cercanas, la pareja —casada desde 2020— llevaba ya más de un año separada de hecho, aunque la noticia no había trascendido hasta ahora.
La discreción con la que ambos habían manejado la ruptura se ha visto rota tras la confirmación oficial del divorcio, un proceso que llega acompañado de acusaciones, disputas económicas y revelaciones que estremecen al entorno real.
Todo apunta a que el detonante del fin del matrimonio habría sido una fuerte discusión relacionada con el dinero.
Personas próximas a la pareja aseguran que Telma exigía transparencia total en las cuentas e inversiones comunes, reclamando explicaciones sobre el manejo de ciertos fondos.
Las mismas fuentes señalan que Bonnar, supuestamente, gestionaba parte del patrimonio familiar sin el conocimiento directo de su esposa, lo que habría provocado un profundo malestar y la pérdida definitiva de confianza entre ambos.
El silencio oficial de Zarzuela no ha hecho más que aumentar la tensión.
Desde el entorno real se mantiene una cautela extrema, evitando cualquier tipo de pronunciamiento público.
Sin embargo, el hecho de que esta polémica afecte directamente a la hermana de la reina Letizia ha colocado la situación en una posición especialmente delicada para la Casa Real.
No se espera comunicado alguno, pero en el palacio se respira una atmósfera de incomodidad y preocupación, conscientes de que cada movimiento de la familia Rocasolano se analiza con lupa por la prensa nacional e internacional.
La historia adquiere un matiz aún más polémico al conocerse nuevos detalles sobre la vida pasada de Robert Gavin Bonnar.
El abogado fue anteriormente marido de Sharon Corr, integrante del famoso grupo musical The Corrs, de quien se divorció tras un largo y mediático proceso.
En aquel momento, Sharon era quien mantenía económicamente a Bonnar, pagando una generosa pensión mensual debido a que él carecía de patrimonio propio.
Diversas fuentes sostienen que la relación entre Bonnar y Telma habría comenzado mientras él aún estaba casado con la cantante, lo que provocó el fin de una amistad de años entre Sharon y Telma, marcada por la sensación de traición y por el escándalo que rodeó aquella ruptura.
En la actualidad, el futuro de la hija que Telma y Robert tienen en común, la pequeña Erin, de apenas cuatro años, es una incógnita.
Ninguno de los dos ha querido pronunciarse públicamente sobre las medidas de custodia o sobre cómo organizarán su vida tras la separación definitiva.
Mientras tanto, la prensa española sigue destapando información sobre los supuestos conflictos financieros y las tensiones personales que llevaron al colapso del matrimonio.
Lo que parecía una relación tranquila, ajena al foco mediático, se ha transformado en un caso explosivo que mezcla amor, dinero, poder y prestigio real.
Con cada nueva revelación, el divorcio de Telma Ortiz se consolida como uno de los capítulos más incómodos para la monarquía española en los últimos años, un episodio que amenaza con volver a poner bajo los reflectores a la familia de la reina Letizia y que, según algunos analistas, podría tener repercusiones duraderas en la imagen pública de Zarzuela.