La socialité tiene desde el 22 de octubre su biografía a la venta donde repasa su vida. Proviene de una familia numerosa acomodada de Manila y tenía 5 hermanos que se mantenían lejos de los medios.
Isabel Preysler en un photocall de un evento de Moet Chando
Isabel Preysler tiene ya publicada sus memorias bajo el título ‘Mi verdadera historia’.
Por primera vez da un paso público y decide hacer un recorrido desde su propio punto de vista por su vida.
La socialité ha enfrentado numerosos cambios en su vida, empezando por su propia familia, antes de que fundara la suya propia junto a sus parejas y sus hijos.
Durante estos años previos a la llegada de su propia versión eran sus entrevistas donde se podía intuir todo por lo que pasó.
Además de su padre y su madre, tenía 5 hermanos.
Aunque algunos hayan podido ser más conocidos, lo cierto es que la socialité era la única que de forma pública era reconocida y tenía la fama como para ser portada y despertar el interés de la prensa.
Sin embargo, sus noticias aparecían de vez en cuando y rodeaban de misterio a todo lo que tenía que ver con ellos.
El 18 de febrero de 1950 nacía en Manila María Isabel Preysler Arrastia. Su familia procedía de Filipinas principalmente.
Su padre, Carlos Preysler era delegado del Banco Español de Crédito allí.hi
Con 18 años Isabel Preysler ponía rumbo a España junto a sus tíos dejando atrás la Manila donde se crio y donde estaba toda su familia. Años más tarde conocería a Julio Iglesias.
Pertenecía a los Pérez de Tagle, propietarios de manufacturas de productos de abacá, indispensables para fabricar nailon.
Su madre, Beatriz Arrastia era dueña de una agencia inmobiliaria.
La socialité es la segunda de seis hijos que tuvo en total la pareja.
Una familia numerosa conformada, además de por ella, por Victoria, Enrique, Carlos y los mellizos Beatriz y Joaquín.
La vida los golpearía teniendo que afrontar la pérdida de varios de ellos a lo largo del tiempo, de forma prematura y por diversas causas.
Con 18 años dejaba atrás su vida en Manila y llegaba a Madrid a la casa de sus tíos Teresa Arrastia y Miguel Pérez Rubio.
Aquí cambiaría su vida por completo, lejos de su familia, y donde conocería años más tarde a su primer marido, Julio Iglesias.
Tal ha sido el silencio de sus hermanos que muchos de sus sobrinos ni siquiera han aparecido en prensa.
Algunos como Álvaro Castillejo, hijo de Beatriz, o Joanna Preylser, hija de Enrique que trabaja como influencer fitness, han tenido más relevancia.
Un accidente causó la muerte de Enrique, uno de sus hermanos, con tan solo 25 años
Todos ellos se han mantenido siempre en un segundo plano, lejos de la vida pública que su hermana tiene y de las portadas que haya podido protagonizar. Con tan solo 25 años la familia se tenía que despedir de Enrique.
La prensa de entonces se hizo eco del accidente en el que perdía la vida en Hong Kong.
Muchos años después la propia Isabel Preysler eliminaba cualquier duda que pudiera quedar entorno a él.
“Ricky inhaló monóxido de carbono accidentalmente, por la mala combustión de una estufa.
Jamás bebió alcohol y, por supuesto, jamás consumió drogas. Me llevaba estupendamente con él, por eso lo sé”, reconocía en ‘Vanitatis’.
Años más tarde sería uno de sus hijos, Enrique Iglesias, el que llevara el nombre de su tío.
Una despedida que los marcó significativamente pero que, lamentablemente, no sería la última para la familia.
Carlos, otro de sus hermanos, vivió una vida marcada por las drogas hasta su despedida
Desde que tenía 16 años la droga entró en la vida de Carlos, otro de los hermanos de Isabel Preysler.
Ella misma reconocía en esa misma entrevista para el citado medio que en la puerta del colegio al que acudían todos en Filipina había gente que lo facilitaba.
“Mis padres se percataron de que estaba metido hasta las cejas.
No llevaba mucho tiempo en ese mundo, pero ya era demasiado tarde“, recuerda de entonces.
Una vida que quedó completamente destrozada y que terminó con él pasando por la prisión entre 1999 y 2004.
En 2013 llegaba la noticia de su fallecimiento después de un diagnóstico de un tumor en el hígado que le descubrieron poco tiempo antes.
“No se podía hacer nada, le dieron tres meses de vida y mi madre se empeñó en ir a verlo a Manila.
Mientras organizábamos un posible viaje con una de mis tías, nos llegó la triste noticia de su fallecimiento.
Fue un fallo de diagnóstico”, asumió al respecto.
Isabel Preysler repasa en su biografía desde momentos familiares a su vida más actual.
Una versión con sus propias palabras donde cuenta lo que siente.
Un cáncer fue la causa de la marcha de Beatriz, otra de sus hermanas
En 2011 la familia tenía que afrontar la pérdida de otro miembro, Beatriz.
Un cáncer de pulmón fue la causa por la que fallecía este año.
Un dolor inmenso llenaba a la exmujer de Julio Iglesias de recuerdos y tristeza. En 2014 era la primera vez que hacia referencia para ‘Vanity Fair’ de todas estas pérdidas y lo que han supuesto para ella en su vida.
“Yo pensé que que mi madre no se iba a recuperar nunca.
Las tragedias no son iguales a los 40 años que a los 88, que era la edad de mi madre cuando falleció mi hermana Beatriz”, relataba al respecto.
Una enfermedad que vivieron todos en familia y que recuerda todavía con momentos tan difíciles de borrar como cuando tuvo que contarle lo que sucedía a su madre.
“Yo estaba en un barco con Miguel, las niñas y sus invitadas. Lo recogimos todo y regresamos a Madrid.
Llamé al médico y no se lo conté a mi madre porque primero quería ver los resultados.
Le dije a mi hermana que era horrible lo mal que lo había pasado”, tenía grabado en la memoria cuando así se lo desveló a la revista.
Beatriz Arrastia nunca dejó atrás a sus hijos. En 1992, cuando enviudó, se reunió en España con su hija Isabel Preysler, con la que vivió hasta su despedida.
En 2021 a los 98 años fallecía Beatriz Arrastia, la madre de Isabel Preysler
Después de toda una vida juntas, Isabel Preysler tenía que afrontar una de las despedidas que más le dolerían, la de su madre.
En 2021 a los 98 años llegó ese temido momento.
Ambas vivían en la mansión de Puerta de Hierro, propiedad de la socialité en Madrid, desde que se quedara viuda en 1992.
Su padre fallecía entonces a los 76 años, suponiendo la marcha de su mujer a España de manera definitiva.
En la misa de despedida estuvo arropada de familiares y amigos.
Era el padre Ángel, que ofició la ceremonia, el que compartía cómo se encontraba en esos difíciles momentos que tenía que vivir.
“Isabel ha estado con ella hasta el último momento. Estar un hijo con el padre y con la madre cuando se va es una gozada, sobre todo cuando uno tiene tanta edad, cuando también es un hijo o una madre muy joven hay más tristeza”, aseguró en ‘Lazos de sangre’ teniendo en cuenta que se marchó en total paz.
Un duro golpe para todos y también para Tamara Falcó, que un año antes despedía a su padre Carlos Falcó, marqués de Griñón, con 83 años.