Las hijas de los reyes de España se han convertido en protagonistas indiscutibles de la rabiosa actualidad

La Familia Real no puede estar más feliz.

Y es que lo que ha sucedido en las últimas horas en Oviedo ha confirmado el secreto a voces que muchos intuían sobre la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Un hecho que ha llenado de orgullo a los reyes, y que se ha convertido en satisfacción para la monarquía.

Todo ha ocurrido en el marco de los actos previos a la entrega de los Premios Princesa de Asturias.

Como cada año, los soberanos y sus hijas han viajado hasta la capital asturiana para cumplir con los compromisos oficiales establecidos.

Y allí ha sucedido lo que ahora ha cobrado protagonismo.

La Familia Real, feliz por lo ocurrido con la princesa Leonor y la infanta Sofía

La princesa Leonor, la infanta Sofía y los reyes se encuentran en Oviedo para hacerle frente a los actos que se organizan con motivo de los Premios Princesa de Asturias.

Hoy, será cuando la heredera haga el discurso oficial y cuando se entreguen los citados galardones.

Pero ayer los cuatro asistieron al tradicional concierto que se lleva a cabo.

A su llegada, los reyes y sus hijas fueron recibidos entre aplausos, vítores y muestras de afecto.

Pero lo más significativo fue lo que se pudo comprobar en ese momento: el cariño del pueblo hacia las hijas de los monarcas.

Sí, se confirmó lo que se venía rumoreando desde hace tiempo sobre las jóvenes: que son muy queridas por el pueblo.

Así, quedó de manifiesto cuando numerosos vecinos no dudaron en darles la mano y en darles las gracias por su labor.

Ambas no solo despiertan respeto por su papel institucional, sino también una enorme simpatía entre los españoles.

“Qué guapas estáis” o “Mucha suerte” fueron algunas de las frases más repetidas entre el público que las esperaba a las puertas del recinto.

Leonor y Sofía, más naturales y cercanas que nunca

El concierto previo a los Premios Princesa de Asturias sirvió además para constatar algo más: la evolución personal de Leonor y Sofía.

Ambas demostraron que cada vez están más preparadas para asumir su papel en la institución.

Y, sobre todo, que su cercanía con la gente es uno de sus mayores valores.

Un detalle simpático que no pasó desapercibido fue el pequeño despiste de la hija menor de los soberanos.

La infanta se equivocó de puerta al subir al coche oficial, pero en lugar de ponerse nerviosa, reaccionó riendo, lo que provocó sonrisas entre el público.

Un gesto espontáneo que mostró su carácter natural y desenfadado.

La escena se viralizó en redes, donde numerosos usuarios destacaron su actitud amable y sencilla.

Muchos coincidieron en que tanto ella como su hermana representan una nueva etapa para la monarquía, más abierta y cercana a la ciudadanía.

Por su parte, la princesa Leonor, que tuvo una simpática charla con unas niñas, vive uno de los momentos más importantes de su formación.

Tras haber iniciado su formación militar y protagonizado ya varios discursos institucionales, este nuevo encuentro en Oviedo la reafirma como una figura sólida y querida.

El discurso que pronunciará hoy durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias es esperado con expectación.

Se prevé que vuelva a dejar muestras de su madurez y compromiso con el país, al igual que el año pasado.

Y es que con él logró emocionar a todos los presentes.

Orgullo y alivio para los reyes de España

Para los reyes, lo ocurrido en Oviedo es motivo de una enorme satisfacción y felicidad.

Ver cómo sus hijas se ganan el cariño y el respeto de los ciudadanos supone una recompensa a años de educación y preparación.

Además, confirma que la continuidad de la monarquía está en manos de dos jóvenes capaces, formadas y, sobre todo, queridas.

La reina, muy pendiente de sus hijas durante todo el acto, no pudo ocultar su orgullo.

Como suele ser habitual, estuvo atenta a cada detalle, aunque dejó que las verdaderas protagonistas fueran Leonor y Sofía.

Felipe VI, por su parte, se mostró sonriente y relajado, consciente de que las nuevas generaciones están respondiendo con solvencia al papel que les corresponde.

El cariño popular demostrado en Oviedo despeja cualquier duda sobre el vínculo entre las hijas de los reyes y el pueblo español.

La princesa Leonor y la infanta Sofía representan el futuro de la institución, y también la esperanza de una monarquía más cercana, humana y moderna.