Fuentes del TCU consultadas por LD afirman que “el objetivo era tapar la financiación ilegal del PSOE o no fiscalizar el crowdfunding de Sánchez”.
La presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano y Santos Cerdán.
El ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, exigió a Enriqueta Chicano para presidir el Tribunal de Cuentas.
El que fuera mano derecha de Pedro Sánchez en el PSOE permanece en prisión provisional desde junio por su “papel director” en la trama Koldo.
El magistrado instructor del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, rechazó la semana pasada la petición de libertad presentada por su defensa al asegurar que persiste el riesgo de destrucción de pruebas.
Fuentes del Tribunal de Cuentas consultadas por Libertad Digital afirman que “Santos Cerdán se convirtió en presidente de la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas en febrero del año 2020.
Dicha comisión conjunta, compuesta por diputados y senadores, desarrolla funciones de control sobre el citado tribunal, una institución clave para Pedro Sánchez que quería controlar con tres objetivos principales: en primer lugar, tapar la presunta financiación ilegal del PSOE; en segundo lugar, evitar la fiscalización del crowdfunding que le llevó a liderar el Partido socialista por segunda vez en el año 2017; y finalmente, para diluir la responsabilidad contable exigida a los golpistas catalanes del 1-O”.
“En noviembre de 2021 el Tribunal de Cuentas fue renovado con el pacto alcanzado por el PSOE y el PP de Pablo Casado.
A la presidencia del tribunal optaron principalmente las entonces consejeras izquierdistas Enriqueta Chicano y Rosario García. Chicano era más sectaria, moldeable y menos preparada que Rosario García, que era juez de carrera, más solvente y con un perfil menos polémico.
La propia Rosario García intentó convencer a la ministra de Defensa Margarita Robles para que la apoyara.
Su pareja, era el jefe de Gabinete de Robles.
Sin embargo, García no lo consiguió y Robles cesó a su pareja como jefe de Gabinete”, añaden.
Las mismas fuentes consultadas por LD subrayan que “Santos Cerdán exigió que Chicano fuera la elegida para presidir el Tribunal de Cuentas al considerar que sería la persona más adecuada para cumplir con los objetivos marcados por Pedro Sánchez.
Tras negociar con el PP de Casado, Chicano finalmente fue elegida presidenta.
Posteriormente, en noviembre de 2024, fue reelegida para un segundo mandato hasta 2027”.
Por su parte, Santos Cerdán fue sustituido en diciembre de 2023 como presidente de la Comisión Mixta para el Tribunal de Cuentas por su mano derecha, el diputado Juan Francisco Serrano.
Tras el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) conocido en junio, Santos Cerdán dejó su acta de diputado y la Secretaría de Organización del PSOE.
Su mano derecha Juan Francisco Serrano, además de ocupar la presidencia de la Comisión Mixta para el Tribunal de Cuentas, le ha sustituido como negociador del PSOE con Junts.
Precisamente, Serrano se reunió la semana pasada con el expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont, junto al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Cabe destacar que el Tribunal de Cuentas presidido por Enriqueta Chicano y controlado por Santos Cerdán como presidente de la Comisión Mixta, ha sido utilizado en los últimos años como coartada por el Gobierno de Pedro Sánchez para descartar cualquier tipo de irregularidad del PSOE, ya sea en materia de financiación ilegal o de contratos durante la pandemia del covid-19.
Además, Santos Cerdán y Chicano consiguieron diluir la responsabilidad contable de los golpistas del 1-O y evitar la fiscalización del crowdfunding de Sánchez.
El Supremo, tras la financiación ilegal del PSOE
Mientras tanto, el magistrado del Tribunal Supremo que investiga la trama Koldo, Leopoldo Puente, rechazó el pasado jueves la libertad de Santos Cerdán subrayando que “las investigaciones acerca de la precisa situación patrimonial del Sr.
Cerdán León no han concluido.
Determinadas faltas de sintonía entre sus declaraciones tributarias y la procedencia real de determinados ingresos bancarios determinaron la necesidad de requerir informaciones complementarias, que han sido muy recientemente aportadas a la causa”.
“Por otro lado, resultaba –y resulta todavía– preciso profundizar en los eventuales vínculos económicos que pudieran existir entre la S.L.U.
Servinabar 2000 y el Sr.
Cerdán León o su círculo personal próximo, lo que comporta la realización de complejos análisis documentales que, en cierta medida, podrían ocultarse o alterarse todavía”, concluía.