El arquitecto atraviesa uno de los peores baches de su vida desde hace tiempo, teniendo que hacer frente ahora a la muerte de su progenitor

Los últimos años están siendo de todo menos alegres para Joaquín Torres (55 años) al que la vida parece haber puesto a prueba.
Todo comenzaba en marzo de 2024, cuando tuvo que decir adiós a su madre, Joaquina Verez Vivanco.
“Mi madre se ha ido esta mañana rodeada de amor y una parte de mí se ha ido junto a ella.
Mamá se fue como ha vivido, discretamente, sin lamentos y dando amor”, escribía el arquitecto, sumido en una enorme tristeza por este fallecimiento.
Después comenzaba una mediática guerra con uno de sus hermanos debido a la herencia y al control de las compañías y patrimonio familiar.
A esto debemos sumar el accidente de moto que sufrió y por el que tuvo que ser ingresado de urgencia en el hospital, siendo incluso operado en diferentes ocasiones, lo que fue consiguiendo que su estado anímico disminuyese por completo, afectando a su matrimonio con Raúl Prieto, del que finalmente se divorció hace poco.
Y parece que Joaquín acaba el año de la peor manera posible, ya que ahora su padre acaba de fallecer.
Fallece el padre de Joaquín Torres
A través de las historias temporales de su cuenta oficial de Instagram, el propio Joaquín comunicaba esta noticia a todo el mundo.
Junto a una ilustración de dos manos unidas en blanco y negro, Torres explicaba en un sencillo texto que Juan Torres Piñón, había muerto a los 89 años.
Joaquín Torres ha comunicado el fallecimiento de su padre a los 89 años de edad.
“Acaba de fallecer mi padre, Juan Torres Piñón. Descansa en paz, papá“, escribía, siendo una enorme pérdida para él, que ahora es huérfano. De momento no se ha dado a conocer el motivo del fallecimiento, pero tanto Joaquín como toda su familia termina este 2025 de la peor manera posible con esta noticia.
Esta pérdida se une al gran bache que atraviesa el arquitecto desde hace meses.
Tal y como recuerdan en ‘El Español’, Juan Torres nació en Ferrol, A Coruña, en 1936, siendo un importante empresario e ingeniero de Caminos de profesión. Este creó, junto a Florentino Pérez, el grupo constructor ACS (Actividades de Construcción y Servicios).
“Juan Torres Piñón fue también presidente del Metro de Madrid y su pasión por el mundo del arte le llevó a ser coleccionista y patrono de museos como el Reina Sofía de Madrid.
También Miembro de Honor en el Guggenheim de Bilbao”, recuerdan en ‘Infomalia’.
Joaquín Torres, sobre el horrible momento que vive
“He estado muy mal pero ahora te digo que estoy mejor”, confesaba Joaquín a este mismo medio el pasado verano.
“La muerte de mi cuñado fue el colofón de todo. No creo en la magia negra pero han sido demasiadas desgracias seguidas.
Mi hermana tiene 56 años y cinco hijos.
Es un drama y ha sido horrible lo que hemos vivido con mi cuñado”, explicaba el arquitecto, que también tuvo que decir adiós al marido de su hermana, necesitando un tiempo para volver a encontrarse a sí mismo y estar con sus seres queridos.
“Tal y como me encontraba opté por desaparecer de todas partes y sólo he tenido contacto con muy pocos amigos”, explicaba.
“No creo en la magia negra pero han sido demasiadas desgracias seguidas”, explicaba en una entrevista al hablar también de la muerte de su cuñado.
“Ha sido un año terrorífico y cualquiera que se ponga en mi piel podrá saber de lo que hablo“, añadía, reconociendo haber atravesado por una de las peores épocas que recuerda, una que acaba de empeorar con el fallecimiento de su padre.
“Ha sido un año terrorífico y cualquiera que se ponga en mi piel podrá saber de lo que hablo”, añade.

“Las circunstancias han hecho que esté aprendiendo a vivir solo y a anteponer a mis hijos por encima de todo.
Estoy a gusto y sobre todo muy tranquilo y eso para mí es muy importante en este momento de mi vida“, se sinceraba.
“La paz también es lujo“, escribió en una de sus últimas publicaciones en Instagram, dejando ver cómo le ha cambiado esta etapa y cómo ahora es precisamente esa paz lo que más busca y necesita en su día a día.
“El verdadero hogar no solo se habita: se respira, se siente, se funde con la tierra que lo sostiene”, continúa.
“Diseñamos espacios que dialogan con su entorno, donde la luz entra sin pedir permiso y la naturaleza no es fondo, sino protagonista.
Para nosotros, la arquitectura no se limita a respetar el paisaje: lo escucha, lo interpreta, lo potencia”, añade.
“Porque cuando forma y esencia se encuentran, la belleza deja de ser un objetivo y se convierte en una consecuencia”, concluye.