La exdiputada del PSC muere a los 81 años tras una vida marcada por logros y polémicas, como el negocio familiar de hoteles ‘meubles’ para citas
Anna Balletbò i Puig (1943, Santpedor) fue una de las figuras más reconocibles de la política catalana durante la Transición y en las primeras décadas de la democracia española.
Esta exdiputada del PSC-PSOE falleció ayer viernes a los 81 años en Barcelona.
Maestra, periodista, política y activista feminista, Balletbò fue durante décadas un nombre inseparable del socialismo catalán.

Su trayectoria estuvo marcada tanto por momentos de gran relevancia histórica como por polémicas que sacudieron su imagen pública, como el negocio familiar de los hoteles meubles en la Ciudad Condal.
Es decir, lo que hoy se llama ‘Love Hotels’ o casa de citas.
Balletbò, la diputada del 23-F
Nacida en Santpedor (Barcelona) en 1943, Anna Balletbò pasó a la historia política española la noche del 23 de febrero de 1981. Embarazada de gemelos, fue la primera persona en salir del Congreso de los Diputados durante el intento de golpe de Estado liderado por el entonces teniente coronel Antonio Tejero.
Los militares golpistas la dejaron abandonar el hemiciclo precisamente por su estado de gestación.
A las puertas del Parlamento, rodeada de micrófonos y cámaras, Balletbò se convirtió en la primera testigo en narrar lo que estaba ocurriendo dentro. Aquel momento la transformó en un símbolo de la resistencia democrática.
Había llegado al Congreso apenas unos meses antes, en la primera legislatura de 1979.
Formó parte del grupo de 21 mujeres que ocuparon por primera vez un escaño en democracia.
Mantuvo su acta de diputada durante 21 años, hasta el año 2000, consolidándose como una de las voces más destacadas del PSC-PSOE en Madrid.
Pionera del feminismo político
Antes de dar el salto a la política institucional, Balletbò había trabajado como maestra y periodista.
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También participó activamente en el movimiento feminista y antifranquista de los años 70.
Su compromiso con la igualdad de género y su defensa del catalanismo progresista la convirtieron en una referencia para muchas mujeres que posteriormente siguieron sus pasos en la vida política.
“Me gustaría ver a una mujer al frente del PSC”, llegó a decir en varias ocasiones, aunque ese sueño nunca se materializó.
En 2004 publicó el libro Una mujer en la transición: confesiones en la trastienda.
En él relató su experiencia ejerciendo la política en un mundo diseñado por y para hombres.
Tras su salida del Congreso, fue nombrada consejera de Radiotelevisión Española.
Posteriormente, en 2002, asumió la presidencia de la Fundació Internacional Olof Palme, dedicada a la cooperación, los derechos humanos y la paz.
También ejerció como profesora en la Facultad de Ciencias de Comunicación de la UAB entre 2000 y 2007.
En 2006 recibió la Creu de Sant Jordi, una de las máximas distinciones de la Generalitat.
La otra cara: controversias y silencios
Sin embargo, la trayectoria de Balletbò no estuvo exenta de sombras.
En noviembre de 1995, el programa Directamente Encarna de la Cadena COPE, conducido por la periodista Encarna Sánchez, destapó información sobre los negocios inmobiliarios de su familia.
El caso generó una gran polémica en Barcelona.
Como ya contó El Cierre Digital, la familia Balletbò controlaba varios “hoteles meubles”.
Eran establecimientos conocidos como “casas de citas” o “hoteles de paso”, gestionados a través de la sociedad Nuannu.
La diputada socialista era propietaria, junto a sus hermanos, de al menos tres de estos establecimientos en Barcelona.
Anna Balletbò, a través de la sociedad Nuannu, era propietaria de tres hoteles meubles en Barcelona capital, situado en las calles San Vicente, número 37 (Casco Viejo), calle Regas, números 10 y 12, y también en los números 39 al 47 de la calle de Ricart, con otro frente a la calle Fransa Xica.
Una tercera parte de este último inmueble fue donado el 17 de febrero de 1992 por el padre de Ana Balletbó, Juan Balletbó Casanovas, a la diputada y a sus hermanos Eladio y Esther.
Ante las preguntas de Encarna Sánchez esu program radiofónico, expuse en su día que el hotel meuble ‘La Fransa’ y el hotel meuble ‘Regas’, figuraban como pensiones en la guía oficial de Barcelona con un precio de 14.500 pesetas.
Los hoteles meubles, o casas del amor, permitieron incrementar el capital social de la sociedad familiar ‘Nuannu’ de los Balletbó en más de 200 millones de pesetas.
También se afirmó en Directamente Encarna que la citada sociedad tenía como accionista minoritaria a Teresa Riera Madurell, presidenta del Partido Socialista Balear y parlamentaria autonómica.
Asimismo, se explicó que Ana Balletbó controlaba parte del capital de diversas empresas y negocios (campings, discotecas, plazas de garaje, etc.) y que poseía fincas y terrenos en diversos lugares de España, por lo que estaba considerada como una de las personas más ricas de la zona gerundense de Playa de Aro.
La información también señalaba que, según el Registro de Intereses del Congreso, Balletbò nunca había declarado específicamente su participación en estas sociedades, limitándose a indicar que era “administradora de sociedades patrimoniales”.
Hay que recordar también que el exmarido de Anna Balletbó, Eugenio Giral, fue consejero de RTVE por el PSOE y que se vio obligado a dimitir por malversación de fondos públicos. Pero también hubo más polémicas.
Otras polémicas de Balletbò
Años después, en 2011, Anna Balletbò volvió a verse salpicada por la controversia al tener que responder públicamente sobre su relación con Félix Millet Tusell y el caso Palau de la Música.
En una tensa entrevista en RAC1, acusó a la defensa de Millet de “esparcir mierda” tras las acusaciones de que se habría beneficiado del dinero desviado del Palau.
Para entonces, su poder político ya no era el mismo que en los años 90.
Más allá de la política, Balletbò mantuvo una intensa actividad en los medios de comunicación.
Desde 1973 colaboró en publicaciones como El País, Diari de Catalunya y La Vanguardia.
También participó en programas de radio y televisión en Ràdio 4, la COPE, Onda Cero, COM Ràdio, Antena 3, TV3 y Telecinco.
Durante el procés independentista se posicionó como una voz crítica con el desafío soberanista.
Mantuvo siempre un catalanismo de izquierdas, pero dentro del marco constitucional español.
Tras su muerte, Anna Balletbò deja un legado complejo.
No hay dudad que fue una mujer que abrió camino en un mundo político dominado por hombres.
Pero, sin embargo, su figura también quedó marcada por las controversias sobre sus negocios familiares de ‘casa de citas’ y su vinculación con el Palau de la Música.