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El rey Juan Carlos ha vuelto a España… y no precisamente a escondidas. En plena tormenta por sus memorias, el emérito pisa suelo patrio con la cabeza alta, aunque pocos le dieron “Feliz Navidad”. Entre viejos amigos que lo esquivan y páginas que arden de secretos, su regreso promete más titulares que abrazos.(hh)
Aún no ha pisado las librerías españolas, pero Reconciliación ya está haciendo temblar los cimientos de la Zarzuela. Ocho frases —solo ocho— bastan para incendiar décadas de silencio. Juan Carlos I se desnuda sin filtros, lanza dardos a su familia, confiesa sus errores… y deja claro que el rey emérito ha vuelto dispuesto a reinar en el escándalo.(hh)
El pacto de silencio saltó por los aires. Kiko Rivera habla… y todas las miradas se vuelven hacia Irene Rosales. Su respuesta, fría y calculada: “Estoy muy tranquila en todos los sentidos.” Pero detrás de esa serenidad hay algo más — una calma que suena a advertencia. Porque esta historia, lejos de acabar, acaba de empezar.(hh)
Mariángel Alcázar, una de las voces más cercanas a la Casa Real, lo revela sin rodeos: “En ese momento, el rey Juan Carlos entendió que era de otro mundo.” La periodista, que leyó el borrador de Reconciliación, asegura que hubo un punto de no retorno. Pero lo que descubrió después… ni Zarzuela estaba preparada para oírlo.(hh)
Una noche que parecía suspendida en el tiempo: medio año después de su cancelación, el Palacio Real volvió a brillar. Los Reyes ofrecieron una cena de gala al Sultán de Omán y Letizia, con tiara y mirada de acero, acaparó toda la atención. Pero entre los destellos de diamantes… algo ocurrió que no figuraba en el protocolo.(hh)