Related Posts
A sus 87 años, el rey Juan Carlos rompe el silencio con una frase cargada de nostalgia: “Me queda una satisfacción que ilumina mi día a día”. El emérito, en plena publicación de sus memorias, confiesa con fuerza… pero también con ternura. ¿A quién dedica esas palabras? La respuesta podría sorprender incluso dentro de Zarzuela.(hh)
Las memorias del rey Juan Carlos siguen desatando tormentas. En nuevos fragmentos filtrados por El matí de Catalunya Ràdio, el emérito habla sin filtros de su hijo, Felipe… y de una de sus amantes más célebres. Entre líneas, se esconde una confesión que podría cambiarlo todo. Pero lo más sorprendente aún no se ha contado…(hh)
El día que el Rey emérito abre su corazón en Reconciliación, el pasado vuelve como un puñal. Juan Carlos apunta directamente a Letizia, a quien culpa de su caída y de su exilio. “No soporto que sea…”, deja escrito, sin terminar la frase. Pero la periodista Pilar Eyre asegura saber lo que quiso decir… y por qué la odia tanto.(hh)
Nadie lo vio venir: en medio de la tormenta política, el ex presidente regresó con un tono gélido, el de quien nunca olvida y jamás perdona. No fue una metáfora amable, sino una flecha directa lanzada por Aznar hacia Mazón.Algunos lo llaman maestro; otros, verdugo. Algunos lo llaman mentor, otros verdugo. Pero todos coinciden en algo: cada palabra suya suena como una sentencia. Y esta vez… no fue casualidad.
“‘No lo olvides, Felipe…’” Con esas palabras, el rey emérito Juan Carlos I habría marcado un antes y un después en la historia reciente de la monarquía española. Lo que parecía una retirada voluntaria escondía una rabia contenida, un orgullo herido y un aviso que aún resuena en Zarzuela. Dicen que se fue por decisión propia, pero quienes le escucharon saben que no fue un adiós… sino una amenaza envuelta en silencio. Y lo peor, quizás, todavía no ha ocurrido.