Así se fraguó la dimisión de Mazón: “No quería dimitir, pero creía que le estaban haciendo ‘un Rita Barberá”.
Shock en el PP por la gestión interna de la salida del presidente de la Generalitat: “¡Menuda negociación ha hecho Feijóo!”.

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, al finalizar su comparecencia en la que ha anunciado su dimisión.
La dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana se ha hecho efectiva este lunes, pero comenzó a tomar forma el pasado jueves.
Ese día, según diferentes fuentes, el líder autonómico arrojó la toalla y se visualizó fuera del gobierno autonómico.
Lo hizo abrumado por los insultos y la hostilidad que le dedicaron los familiares de las víctimas en el funeral de Estado celebrado en Valencia el día del aniversario de la DANA.
“Me hago cargo del día de ayer. Voy a hacer una reflexión más profunda”, dijo a los medios tras escuchar cómo le calificaban de “asesino” o “cobarde” y pedían su marcha.
Esta situación hizo que los planes de Mazón cambiaran por completo: de querer agotar la legislatura e incluso no descartar presentarse a la reelección, a verse completamente solo.
Quienes han hablado con él en las últimas horas tienen claro que él no quería dimitir, pero que tras el funeral “creyó que esto no podía seguir así y que lo mejor era marcharse”.
Estas mismas fuentes aseguran que en varias conversaciones se rompió, interpretando que se estaba cometiendo un linchamiento contra él.
“Un Rita Barberá”, dijo en varias ocasiones.
Ese mismo jueves, Mazón cogió el teléfono y llamó a Feijóo para verbalizarle por primera vez que quería dimitir porque ya no podía más.
La llamada se anticipó a una reunión física que ambos tenían previsto celebrar el próximo 7 de noviembre con el objetivo de analizar el contexto político y ver cómo salir de la situación.
Es ese momento cuando el PP nacional fue consciente de que el final de Mazón era inminente, aunque respetó el plazo que él mismo se dio para anunciarlo.
Feijóo ya había decidido con anterioridad que no fuera candidato en unas futuras elecciones, pero estaba dispuesto a mantenerle hasta el final de la legislatura.
El domingo, Mazón se bunkerizó y habló varias veces con el líder gallego. En una de esas conversaciones, le manifestó que quiere seguir como diputado.
Una petición que implica de manera directa que pueda preservar su condición de aforado y no poder ser juzgado por un tribunal ordinario en el caso de que se le atribuyan responsabilidades por su gestión durante la DANA.
Feijóo no se opuso a esta decisión, aunque fue consciente de que traería consigo críticas desde la izquierda.
“Hay que recordar que Mazón no está imputado y que el acta es personal”, subrayan.

Foto de archivo de María José Catalá con Alberto Núñez Feijóo.
Su salida obliga ahora a Génova a pensar en la sucesión de una manera rápida.
Fuentes del partido desmienten que Feijóo haya maniobrado para que la actual alcaldesa de Valencia, María José Catalá, sea la candidata para la investidura.
En todo caso, subrayan que el nombre que resulte elegido (también se habla de Juanfran Pérez Llorca), se decidirá en la cúpula nacional siguiendo los plazos que ahora se abren tras la dimisión.
El gran escollo será Vox, cuyos votos son decisivos para que dicha investidura resulte viable.
Por el momento, Génova no ha hablado con su ‘socio’, pero a nivel autonómico ya se han producido los primeros contactos.
“No podemos dar por segura la investidura. Dependerá de Abascal”, expresan.
Si no hay acuerdo y se convocan elecciones, también surge el nombre de Vicent Mompó como posible candidato en los próximos comicios.
Ya cuenta con el apoyo de los tres líderes provinciales del partido, que tras una comida conjunta el viernes le mostraron su respaldo.
“Si no hay elecciones, no tiene sentido hablar de Mompó”, despachan desde Génova, reiterando una vez más que cualquier decisión sobre cabezas de lista en elecciones corresponde a Feijóo.
También queda pendiente quién liderará a partir de ahora el PP valenciano, puesto que a día de hoy sigue siendo Mazón.
En Génova, una vez más, piden tiempo. “Mazón puso el cargo a disposición del partido y una vez que pasemos la pantalla de la investidura, iremos a lo orgánico”, aseguran.
Lo cierto es que sectores del PP temen que la crisis abierta en Valencia se dilate en el tiempo y perjudique al partido en una situación ya de por sí delicada, a tenor de las últimas encuestas por el auge de Vox.
Los barones del PP están impactados por la gestión de esta crisis y no entienden que el anuncio de Mazón haya coincidido con el inicio del juicio contra el Fiscal General del Estado, acontecimiento que quedó ayer completamente opacado.
“No se ha hecho bien”, dice uno de los barones en conversación informal a El HuffPost. “Yo realmente es que no sé qué ha pasado. ¡Menuda negociación ha hecho Feijóo”, sentencia otro.
La incomprensión que ha suscitado la gestión de esta crisis quedó retratada en la ausencia de muchos de estos barones en la reunión del Comité Ejecutivo del PP que presidió este lunes Feijóo.
El murciano López Miras fue el único presidente autonómico que acudió a la cita. Los demás se excusaron alegando “problemas de agenda”.