La reina Sofía reaparece con una sonrisa tras las polémicas palabras del rey Juan Carlos sobre su biografía
La madre del rey Felipe VI ha acudido a la Embajada de Tailandia en Madrid y ha hecho caso omiso a las palabras tan polémicas de su marido sobre ciertos miembros de la Casa Real.

La reina Sofía ha reaparecido tras salir a la luz las memorias del rey Juan Carlos I. Este jueves, 30 de octubre, la madre del rey Felipe VI ha acudido a la Embajada de Tailandia en Madrid para firmar el libro de condolencias por el fallecimiento de Su Majestad, la Reina Sirikit de Tailandia.
Una jornada dotada de un gran significado para la que la mujer de Juan Carlos I ha vestido de riguroso luto. Para esta cita, la reina ha optado por un sencillo conjunto de dos piezas al que ha añadido sus mejores complementos.
En la parte superior, Sofía se ha abrigado con una ‘blazer’ de textura de paño y escote cruzado, a la que ha añadido su mítico broche de libélula.
En la parte inferior, ha apostado por un elegante pantalón satinado de pernera ancha, que ha combinado con unos cómodos zapatos a tono.
En cuanto a los accesorios, la emérita ha adornado su cuello con unos llamativos collares de perlas.

La reaparición de la reina se ha producido un día después de conocerse que el Rey Juan Carlos ha escrito sus memorias hablando de todo y de todos. Para ella, el emérito ha tenido unas palabras.
“Es una mujer excepcional, íntegra, bondadosa, rigurosa, devota y benevolente. La personificación de la nobleza de espíritu”, señala.
Añade que a la reina “no le gusta que la llame ‘gran profesional’”, aunque insiste en que “España no podría haber tenido una reina más entregada e irreprochable… Somos diferentes, pero compartimos el mismo sentido del deber”.

El rey la echa de menos. En los extractos difundidos por la prensa francesa también se alude a un episodio reciente en el que se anuló una visita de Sofía a Abu Dabi:
“Fiel hasta el final, la reina Sofía lo llamó para saber cómo estaba. Pero la Casa Real la disuadió de emprender el viaje que le habría permitido reunirse con el hombre que había sido su esposo durante más de sesenta años”.

Un gesto que, según los medios galos, refleja la relación de respeto y afecto que ambos mantienen pese a la distancia y a las circunstancias que marcaron los últimos años del reinado.